Isla Mágica y yo

Hace dos años después de 33 trabajando por cuenta ajena y encontrarme en el desempleo vendí mis propiedades en Madrid y me vine a un pueblo de la provincia de Granada donde compré una casa de 100 años, bastante deteriorada, la he restaurado y he montado un pequeño hotel con encanto que en su primer año de vida va cumpliendo los objetivos previstos en el proyecto de empresa y las previsiones son buenas gracias al buen hacer de las tres trabajadoras (dos empleadas y yo) que vemos en ello nuestro futuro. (Yo todavía no he cobrado salario pero cumplo con todas mis obligaciones fiscales y saláriales).

Hace año y medio siguiendo la amplia publicidad que desarrolló el ICO anunciando las concesiones de créditos en condiciones muy ventajosas para pequeños empresarios, a través de la Caja General de Granada solicité uno de 72.000 euros. Presenté un proyecto de empresa coherente con un plan de viabilidad a corto, medio y largo plazo; me solicitaron avalistas, informe de la Caja General de Granada, etc y al estar todo correcto me fue concedido.

Desde que se inició el problema de Isla Mágica leo las noticias y hago seguimiento de la posición que adoptaba el ICO, viendo en el día de hoy que por fin se ha llegado a un acuerdo con este organismo para cancelar un 73% de la deuda que tenía el parque.

Me gustaría saber si aún llevando una buena gestión (que no fue el caso del parque, ya que hubo una pésima gestión en el mismo, como ocurre en casi todo este tipo de empresas) mi empresa al final no fuera rentable, si el ICO a través de la mediación que fuera necesaria, manifestaciones de las trabajadoras, negociación de la Caja General de Granada o quien fuera me condonaría la más mínima parte de mi deuda.

¿Qué diferencia existe como cliente para el ICO entre Isla Mágica y yo? No tenemos los mismos derechos o únicamente está obligado a llevar una buena gestión y a pagar religiosamente el pequeño empresario al que encima le cuesta más salir adelante pues todo son trabas, intereses bancarios...

Me alegro por los trabajadores de Isla Mágica y espero que la nueva empresa que están buscando les lleve a buen fin, pero me duele las diferencias existentes en cualquier tipo de ayuda entre el gran y el muy pequeño empresario.