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Reportaje:

Inmigrantes por la integración

Cuarenta extranjeros se matriculan en un curso gratuito de valenciano que ofrece la Universidad de Alicante

Yenory Rojas nació en Costa Rica hace 31 años, lleva casi tres viviendo en Alicante donde realiza estudios de doctorado de informática en la Universidad. Anoche, junto con otros 41 compañeros, todos ellos inmigrantes, empezó el primer curso de valenciano para extranjeros que ha puesto en marcha la Sede de la Universidad en el centro de Alicante.

Las previsiones de los organizadores se han visto desbordadas. La matrícula de 42 inscritos ha obligado a desdoblar a los alumnos en dos grupos distintos, y algunos figuran en lista de espera, ya que han pedido hacer un curso intensivo los sábados por la mañana. "No puede ser que lleve casi tres años en Alicante viviendo y no sepa valenciano", comentó ayer Yenory. Para ella "ser becaria y hacer un doctorado no es sólo estudiar informática. Para integrarse en una cultura la lengua es clave", agregó. La estadounidense Jennifer Holleyman tiene 33 años, hace seis que trabaja en Alicante y cursó un máster de traducción. Ella trabaja en una de las empresas de la Universidad que prestan servicio a los alumnos extranjeros y recuerda cómo un día pasó por el Aulario II y vio publicidad de este curso gratuito. "Entonces pensé matricularme. Vivo aquí en Alicante, los fines de semana voy con mi familia a los pueblos de interior y allí todos hablan valenciano". La alumna anglosajona creyó que le "llegó el momento de aprender una nueva lengua".

Las clases serán semanales y se impartirán los miércoles y viernes entre las 20.00 y 22.00. El curso, que patrocina la Acadèmia Valenciana de la Llengua, finalizará a principios de junio, y los asistentes obtendrán, previo control de conocimientos, el certificado de Valencià Bàsic de la Universitat d'Alacant.

Entre los inscritos destaca la notable presencia de ciudadanos procedentes de países latinoamericanos. Éste es el caso del colombiano José Rafael Lee Corradi, de 48 años, que un día mientras aguardaba turno en las oficinas de la Subdelegación del Gobierno para obtener un certificado observó un cartel anunciando esta actividad. "Creo que debo conocer el idioma de aquí para poder realizar mejor mi labor de extender las enseñanzas bíblicas", explicó ayer este pastor evangélico. En clase también figura el caso de dos argentinos, con la particularidad de que son madre e hijo. Martín Gianchino, que tiene 14 años y estudia en el IES Cavanilles de Alicante, y su madre, Rosa Pardo , de 44 años, llevan un año en España. "Si aprendo valenciano podré ayudar a mi hijo en las clases, y creo que es necesario para integrarnos mejor", explica esta argentina a quien le llamó la atención que este curso "sólo fuera para extranjeros". "Quizá haya gente de Madrid que también esté interesada en el tema", puntualizó.

Sobre la dinámica de las clases, los organizadores explican que su objetivo es facilitar a los extranjeros los instrumentos lingüísticos básicos para facilitar su integración en la sociedad valenciana, en especial en cuestiones relativas a la vida cotidiana y apoyo a sus hijos en tareas escolares. Santiago Sïgcha es ecuatoriano, tiene 21 años y sólo hace dos que vive en Alicante. "Aprendo valenciano para entender mejor a la gente de aquí y tener más posibilidades de trabajo en el futuro", reconoce este joven que con entusiasmo empezó a aprender una nueva lengua que le permitirá también acceder a otra cultura.

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