La policía vigila en Sierra Leona un barco que intenta llevar 1.000 africanos a Canarias
Interior dice que el éxito de la operación peligra al haber trascendido "información reservada"
Los servicios de inteligencia españoles vigilan desde hace un mes un barco que permanece amarrado en el puerto de Freetown, la capital de Sierra Leona, y que, según sus informes, se dispone a trasladar a Canarias a un millar de inmigrantes irregulares. El Ministerio de Exteriores ha alertado a las autoridades de Sierra Leona, Guinea Conakry, Senegal, Liberia, Malí, Costa de Marfil y Cabo Verde sobre las presuntas intenciones de este buque, con el fin de que aborten cualquier intento de embarque de inmigrantes y le impidan zarpar. El Ministerio del Interior emitió anoche un comunicado en el que lamenta que se haya puesto en peligro el resultado de la operación al haber trascendido "información reservada".
El Gobierno canario rompió ayer el secreto de esta operación de vigilancia que se prolonga desde hace un mes. El secretario del Ejecutivo autónomo, Antonio Castro, declaró que, "según fuentes fidedignas", era inminente la salida de un barco desde Sierra Leona con unos 1.000 inmigrantes a bordo, rumbo al archipiélago.
Un portavoz del Ministerio del Interior explicó a EL PAÍS que el barco está bajo vigilancia policial desde hace cuatro semanas, cuando los servicios de inteligencia españoles detectaron la presunta intención de sus tripulantes de reunir un contingente de entre 500 y 1.000 inmigrantes en varios países de la zona y trasladarlos a Canarias. De momento, el barco permanece amarrado y vacío en el puerto de Freetown. Los servicios de información sospechan que espera la oportunidad de embarcar a sus clientes, por lo que no hay indicios de una partida inmediata.
Este ministerio hizo público anoche un comunicado en el que "lamenta" que se haya hecho pública "información reservada", lo que, añade, "puede poner en peligro el resultado de una operación que todavía está abierta" y en la que participan policías de otros países.
Horas antes, la cónsul de Guinea Conakry en Las Palmas de Gran Canaria, Alicia Navarro, había declarado a Efe que el Ministerio de Asuntos Exteriores español se había puesto en contacto con las autoridades de los países de la zona para pedirles que vigilasen movimientos extraños de personas, ya que en ocasiones anteriores los barcos han zarpado sólo con sus tripulantes y han recogido a los inmigrantes en alguna escala de su ruta. Tanto en la detección del barco como en su vigilancia ha desempeñado un papel clave la Jefatura Superior de Policía de Canarias.
Fuentes del Ministerio de Defensa revelaron, por su parte, que la Armada ha recibido una alerta para vigilar las aguas internacionales próximas al Golfo de Guinea por si el barco consiguiera burlar la vigilancia.
Varios precedentes
El caso de este buque recuerda al del Holligan Star, un vetusto carguero con bandera de Ghana que fue interceptado el 15 de agosto pasado en el mismo puerto de Freetown, con medio millar de inmigrantes a bordo. En aquella ocasión, el intercambio de información entre la policía española y las de Sierra Leona y Guinea Conakry logró desbaratar el plan. Los tripulantes del buque preveían abrir vías de agua en el casco cuando se hallaran frente a Canarias, para forzar a las autoridades españolas a rescatar a sus ocupantes.
Los intentos de los inmigrantes subsaharianos para alcanzar Canarias en grandes barcos son cada vez más frecuentes. El último, llamado MV Polar, llegó a las islas el 14 de agosto. Ancló a una milla de Gran Canaria con 176 personas a bordo. La tripulación lo abandonó en una lancha rápida poco antes de que los pasajeros lanzaran una bengala para avisar a las autoridades de su situación. Agentes de la Jefatura Superior de Policía de Canarias consiguieron identificar y detener a los traficantes, que tenían nacionalidad ghanesa.
En el Golfo de Guinea, desde donde partió el MV Polar, se mezclan una de las mayores concentraciones demográficas del continente, el 3,5% de las reservas de crudo del planeta, una inversión de 50.000 millones de dólares por parte de las siete mayores petroleras del mundo, una decena de países carentes de organización estatal y una tasa de conflictos difícil de igualar en otro lugar de la Tierra.
Por la costa se deslizan multitud de barcos destartalados que un día formaron parte de la flota pesquera soviética. Pero hace tiempo que su negocio dejó de ser la captura de peces. Hoy se dedican al tráfico de hombres que huyen de ese infierno hacia Europa. Éstos son los últimos capturados en Canarias.
- 'Kolossova'. El 8 de octubre de 2000, este buque con pabellón ucranio descargó a 45 inmigrantes senegaleses en el sur de Gran Canaria y se perdió en el mar. Hasta hoy no ha sido localizado.
- 'Ashva'. El 11 de abril de 2001, este barco de 30 metros de eslora, construido en Lituania en los años ochenta, amarró en Tenerife con una vía de agua y 111 subsaharianos al borde de la inanición. Un policía que subió a bordo lo describió como "un hierro viejo cubierto de mierda y vómitos". Había zarpado de Dakar (Senegal) 15 días antes. Unos meses después fue detenido en Senegal el negrero. Se trataba de un ruso de 63 años llamado Alfred Kossinsky. Las investigaciones demostraron que también había fletado el Kolossova.
- 'Ocean King'. Pesquero español de 22 metros de eslora y bandera senegalesa que atracó en el puerto de Arrecife, la capital de Lanzarote, el 2 de agosto de 2003. A bordo viajaban 20 subsaharianos. El juez envió a prisión al dueño del barco, español, y a su capitán, mauritano.
- 'Noé'. Carguero de 52 metros de eslora y matrícula de Honduras, procedente de Dakar y con destino final El Pireo (Grecia), que atracó el 5 de diciembre de 2002 en el puerto de Las Palmas. La policía detuvo a 223 inmigrantes, que habían descendido del buque, tras una persecución espectacular por las calles de la ciudad.
- 'Fullbeck'. Pesquero de 25 metros, sin bandera ni registros anteriores, embarrancó el 7 de enero de 2004 al sur de Tenerife. Consiguió desembarcar a los inmigrantes que llevaba. La Guardia Civil pudo detener a 92.
- 'MTConakry'. El pasado 1 de febrero, la Armada interceptó a este viejo petrolero de 71 metros de eslora a 60 millas al sur de Gran Canaria, con 153 subsaharianos a bordo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Inmigrantes africanos
- Tráfico inmigrantes
- Redes ilegales
- Sierra Leona
- Inmigración irregular
- Canarias
- Inmigrantes
- Servicios inteligencia
- Espionaje
- Seguridad nacional
- Política migratoria
- Inmigración
- Tráfico personas
- Migración
- Trata de seres humanos
- Delincuencia
- Política exterior
- Fuerzas seguridad
- Defensa
- Demografía
- Delitos
- Relaciones exteriores
- España
- Política