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Un hombre con antecedentes por maltrato asesina a su pareja de 18 años en Utrera

El detenido ya había estado en prisión por agredir a la joven, con la que tenía tres hijos

Una mujer de 18 años y madre de tres hijos, María Ángeles González, fue asesinada a cuchilladas a las seis de la mañana de ayer por su compañero en su casa de Utrera (Sevilla). El presunto agresor, Andrés Reyes Reyes, de 26 años, con antecedentes por robo y malos tratos a su pareja, fue detenido horas después por la Guardia Civil cuando intentaba huir, según fuentes del instituto armado. La víctima había denunciado los malos tratos ante las fuerzas de seguridad, en los tribunales, el Ayuntamiento y en televisión. Este año, 63 mujeres han muerto a manos de su pareja.

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La joven asesinada en Utrera había denunciado a su compañero en televisión

"Ella estaba mal y ya le habíamos dicho muchas veces que le dejara aunque nunca lo hacía. Él era un desastre, estaba metido en la droga y no trabajaba en nada", contó ayer un sobrino del compañero de la madre de María Ángeles González en el Ayuntamiento de Utrera.

Allí, los padres de la última mujer muerta por la violencia machista en España recibían el apoyo de los amigos de la joven fallecida, de otros miembros de su familia, de los representantes de los partidos políticos y de las asociaciones de mujeres de la localidad.

Una de las amigas de María Ángeles González relató que fue la hermana de la víctima quién la encontró malherida ayer hacia las seis de la mañana. "Volvía de la discoteca y subió al piso de su hermana a por un cigarrillo. Le dijo: 'Angelita dame un cigarrillo', levantó la sábana y se la encontró llena de sangre. Uno de sus hijos estaba con ella en la habitación", afirmó.

María Ángeles González era madre de tres hijos, de tres años, un año y medio y ocho meses de edad, fruto de su relación con el presunto agresor. Con él convivía desde hace más de cuatro años aunque la situación en los últimos tiempos se había deteriorado mucho. La mujer había denunciado los malos tratos continuos que recibía por parte de su pareja en el programa de televisión Siete Lunas, emitido por Canal Sur. También había denunciado su situación a los servicios sociales del Ayuntamiento de la localidad sevillana que conocían su caso y que estaban intentando ayudar a la víctima.

El presunto asesino había pasado varios meses en prisión por un delito de malos tratos, aunque María Ángeles, antes del juicio, había retirado las denuncias. Después de salir de la cárcel, Andrés Reyes, apodado Can, había vuelto con ella.

La pareja vivía en el barrio de El Tinte, una de las zonas más marginales de Utrera y era muy conocido por los agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil por los delitos habituales que cometía, la mayoría robos y por menudeo de droga en la calle. También era drogodependiente, según fuentes de la investigación.

Andrés Reyes, según estas fuentes, apuñaló varias veces a María Ángeles y después intentó huir, aunque fue detenido al mediodía por la Guardia Civil a las afueras de Utrera.

Al conocer la noticia, las familias de la víctima y del presunto agresor, vecinos entre ellos, se cruzaron insultos y acusaciones en la barriada en un ambiente de gran tensión. Horas después, el clima que se vivía en el Ayuntamiento de la localidad era más tranquilo. Después de guardar cinco minutos de silencio, las representantes de la Asociación de Mujeres de Utrera leyeron un comunicado de repulsa y pidieron "una justicia rápida, actualizada y efectiva y el cumplimiento íntegro de las penas para luchar contra esta lacra social".

La consejera de Igualdad de la Junta, Micaela Navarrom condenó el nuevo caso de violencia machista y pidió "el respaldo de toda la sociedad" en la lucha contra esa lacra. Andalucía está a la cabeza de número de muertes, 17, en lo que va de año, sobre un total de 63 en toda España.

María Ángeles González, tercera de ocho hermanos, será enterrada hoy en Utrera. Ayer se le practicó la autopsia en el Instituto Anatómico Forense de Sevilla.

Rosario Barbero, madre de la asesinada, con su compañero, ante el cuartel de la Guardia Civil en Utrera.
Rosario Barbero, madre de la asesinada, con su compañero, ante el cuartel de la Guardia Civil en Utrera.GARCÍA CORDERO

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