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Patxi López culpa a Batasuna de la violencia callejera contra el PSE y le exige que cese

Los radicales han atacado ocho sedes socialistas y un 'batzoki' del PNV en los dos últimos días

El líder de los socialistas vascos, Patxi López, responsabilizó ayer a la ilegalizada Batasuna de la oleada de ataques y pintadas contra ocho sedes del PSE en los dos últimos días, y pidió a sus dirigentes una condena tajante de estos hechos. "Sabemos que ellos controlan la kale borroka", dijo. La jornada de lucha, que fue convocada por dos organizaciones también ilegalizadas, Segi y Askatasuna, para protestar por las últimas detenciones de presuntos miembros de ETA, dejó su rastro de destrucción en las tres capitales vascas y en varias localidades. Una de las más afectadas fue Markina (Vizcaya).

La Ertzaintza indicó ayer que durante la jornada de lucha se produjeron incidentes en las tres capitales y en varios municipios vascos. En general, los sabotajes se centraron en la colocación de barricadas, a las que posteriormente daban fuego, según la policía. Los grupos de violencia callejera en esta ocasión no atacaron sus objetivos con cócteles mólotov, ni con artefactos incendiarios. Sin embargo, sí se produjeron destrozos en el mobiliario urbano y en numerosas sucursales bancarias.

La localidad más afectada por la acción de los grupos de encapuchados fue Markina (Vizcaya). En la noche del viernes, un grupo de encapuchados cruzó barricadas y luego las incendió. Además, fueron atacadas con piedras las lunas de al menos cuatro sucursales bancarias, quemaron cabinas de teléfono, y lanzaron pintura roja y amarilla contra el batzoki (sede social del PNV). La junta de portavoces pidió ayer a Batasuna, tras una reunión extraordinaria, que condene los sabotajes.

Las casas del pueblo en las que se realizaron pintadas son las de Balmaseda, Amorebieta y Bermeo. En otras dos casas del pueblo -en el barrio bilbaíno de Santutxu y en Romo (Getxo)-, se produjeron sendas concentraciones de un centenar de personas, en las que se profirieron gritos y amenazas contra los socialistas vascos.

El rebrote de la violencia callejera es anterior, sin embargo, a la jornada de lucha convocada por las ilegalizadas Segi y Askatasuna. Y el objetivo principal ha sido las sedes socialistas. Cinco casas del pueblo fueron atacadas entre la noche del jueves y la madrugada del viernes. El sabotaje más grave se produjo en la sede de Barakaldo, donde varias personas lanzaron dos cócteles mólotov y un bote lleno de pólvora prensada contra la fachada del edificio que alberga la sede socialista y la del sindicato UGT. Los incidentes previos a la jornada de lucha comenzaron con el lanzamiento de cuatro artefactos incendiarios contra la Comandancia de Marina de San Sebastián, edificio que también fue pintado de rojo y amarillo. "No estamos dispuestos a aguantar esto sin más, aguantar los ataques, las amenazas y las presiones que están orquestadas y dirigidas", señaló ayer el líder del PSE-EE, Patxi López.

El máximo dirigente del socialismo vasco hizo un llamamiento a Batasuna para que "impida estas actuaciones", porque "sabemos", dijo, "que ellos controlan la kale borroka". El consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), interpretó la última oleada de ataques como un "intento de boicotear desde su propio mundo" la propuesta lanzada por Batasuna en Anoeta. Azkarraga dijo que sin una condena de estos hechos, la propuesta de Batasuna "se queda en el aire", ya que no es compatible lo ocurrido con el compromiso de Batasuna de "sacar el conflicto de las calles", apuntó.

Pintada en la sede socialista de Amorebieta con el lema "Torturadores, dejad en paz a Euskal Herria".
Pintada en la sede socialista de Amorebieta con el lema "Torturadores, dejad en paz a Euskal Herria".SANTOS CIRILO

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