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Entrevista:FERRAN MASCARELL | Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona

"Vivimos el cambio de modelo cultural que se tendría que haber producido hace 25 años"

Ferran Mascarell ha sido el hombre fuerte de la cultura en Barcelona, y también en Cataluña, en la última década. Lleva años explicando su modelo y también reivindicando un cambio en las atribuciones culturales que corresponden a las distintas administraciones. Tanto cuando era gerente del Instituto de Cultura de Barcelona, que él mismo creo, como años después como concejal de Cultura, ha defendido siempre que el Ayuntamiento de Barcelona tenía competencias y cargas financieras que no le correspondían porque históricamente había asumido parte de la herencia de la Generalitat republicana. Ahora, finalmente, parece que sus quejas se han escuchado: la Generalitat ha reconocido su deuda histórica y el Ministerio de Cultura empieza a mostrar signos de que está dispuesto a asumir la doble capitalidad de Barcelona.

"Pronto tendremos buenas noticias respecto al proyecto y al calendario del futuro centro de interpretación de las ruinas del Born"
"Me propongo analizar con detalle el manifiesto del Harlem Jazz Club. Dice cosas que habrá que tener en cuenta"

Pregunta. ¿Cómo afectarán a la cultura municipal los cambios de política cultural en la Generalitat y el Ministerio de Cultura?

Respuesta. Hay un primer efecto que es conceptual-político, y es que ahora cada Administración puede poner el acento en aquello que le es propio en función de las competencias legales que tiene. Vivimos un cambio de modelo cultural que tendría que haberse producido hace 25 años. Muchos pensamos que esto tendría que haber pasado. Y está pasando ahora. Por lo tanto, es un cambio de tendencia que tiene carácter de recuperación histórica y que beneficiará a la cultura de Barcelona.

P. Durante años ha defendido el consenso. ¿Sigue pensando que todas las administraciones tienen que estar representadas en todos los equipamientos?

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R. Sí. Creo que es algo positivo. Pero creo que en cada establecimiento, en función de su carácter, la preeminencia la debe tener una u otra Administración, porque esto clarifica y permite saber quién impone el ritmo y los objetivos a medio y largo plazo.

P. Es un proceso lento, pero el Ayuntamiento ya ha reducido su aportación al presupuesto del Liceo y ha anunciado que lo hará también en el MNAC y en otros equipamientos. ¿Cuándo empezarán a ser visibles en el presupuesto municipal estas reducciones?

R. Creo que es un proceso que durará entre una y dos legislaturas. Esto permitirá definir un esquema final en el que la Generalitat y el Ayuntamiento estarán presentes en estos grandes equipamientos con unos planteamientos y porcentajes muy diferentes de los que ha habido hasta ahora. ¿Qué hará el Ayuntamiento? Ya lo está haciendo. Pondrá el acento en la red de bibliotecas, en la red de creatividad urbana integrada por los muchos festivales y plataformas que existen o surgirán en el futuro, en las nuevas iniciativas que surgen de la propia ciudad, como el Born o el Centro del Diseño. También pondrá el acento en la cultura constituyente o social, es decir, en todos aquellos programas de construcción cultural del concepto de ciudadanía. Y en otras cosas.

P. ¿La red básica cultural municipal serán las bibliotecas?

R. Sí, pero no sólo ellas. La biblioteca es el equipamiento de base junto con los centros cívicos. Este año acabaremos con cuatro millones de usuarios en las 29 bibliotecas que tenemos y en esta legislatura inauguraremos otras siete, lo que supone una inversión de 35 millones de euros hasta 2007. Pero además potenciamos la cultura creativa a través del apoyo a plataformas y festivales. Destinamos este año unos 2,4 millones de euros a ello. Y además seguimos participando en las grandes instituciones de carácter internacional, como el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y otras como el Museo Picasso, el MNAC, el Macba, las fundaciones Miró y Tàpies, el Palau, etcétera. Mantenemos nuestra presencia. Una cosa es que queramos bajar nuestra participación financiera en algunos equipamientos y otra que los abandonemos. Lo que hacemos es poner el acento en lugares diferentes. La inversión municipal no decrece, al contrario. El presupuesto de Cultura para este año será de 102 millones de euros, incluyendo la inversión y los gastos de los distritos.

P. ¿En qué equipamientos quieren reducir su participación?

R. Ya lo hemos hecho en el Liceo y en el MNAC. Querríamos que el Ministerio de Cultura entrara también en el Macba y así la aportación sería una tercera parte. Pensamos que cuando se creen los museos nacionales de ciencia y de etnología, que están previstos en la ley, lo lógico es que pasen a depender de la Generalitat, aunque seguiremos en ellos. Nos gustaría que tanto el Estado como la Generalitat nos ayudaran en el Museo Picasso a ampliar la colección. El futuro Centro del Diseño, del que ya tenemos tanto el proyecto museográfico como el arquitectónico, también esperamos que sea compartido con la Generalitat, y se está negociando ahora mismo porque está ligado al traspaso del palacio de Pedralbes a Presidencia.

P. El Centro del Diseño y el Born son los dos proyectos más importantes de este momento. ¿En qué fase están ahora?

R. El primero está pendiente de financiación y es aventurado dar un calendario. El Born está en fase de cocina avanzada. Pronto tendremos buenas noticias respecto al proyecto y al calendario. Trabajamos para que pueda estar acabado en este mandato.

P. Con relación a la cultura creativa hay quien habla de crisis. ¿Está de acuerdo?

R. La creatividad de una ciudad es fluctuante y cambiante en el tema. Además, cada sector tiene sus propias dinámicas. En el ámbito musical es evidente que hay una explosión de creatividad como no había desde hace años. El problema es el déficit de estructuras de pequeña dimensión que den salida a todo lo que hay. En este sentido me propongo analizar con detalle el manifiesto del Harlem Jazz Club. Dice cosas que habrá que tener en cuenta. También se está recomponiendo el teatro público y en paralelo emergen lo que se denominan salas independientes. Cada ámbito es un mundo, pero lo cierto es que el tejido real creativo de la ciudad es mucho más rico e interesante que el publicado. Los medios no consiguen reflejan todo lo que hay.

P. Se habla de sobreoferta y de que los precios son caros.

R. Respecto a la oferta, si abunda es algo positivo porque quiere decir que hay muchas personas con ganas de expresarse creativamente. La oferta no la modula nadie. Aparece y sale. La parte negativa es que el público tiene que repartirse entre más lugares y eso hace que algunas veces las propuestas no tengan suficiente audiencia. Con relación a los precios, hay de todo tipo. Es cierto que en algunos sectores la escasez de dinero público en comparación con otras ciudades, por ejemplo Madrid, ha implicado que los precios sean más altos.

P. ¿La ciudad sigue necesitando de los grandes eventos como el Fórum o los años temáticos para crecer?

R. En Barcelona hay pocos grandes eventos. Los años temáticos no lo son, son instrumentos que inventamos para dinamizar y sacarle más rendimiento cultural a la relación entre lo público y lo privado. En la medida en que sean útiles, seguiremos proponiéndolos. Es nuestra obligación. El Año Gaudí fue muy bien y el Año del Libro también nos irá bien. Ayudará al sector del libro y fomentará la lectura.

P. ¿Le preocupa que si la Generalitat asume un papel cultural más central le reste protagonismo al Ayuntamiento?

R. En absoluto. Ojalá el Ayuntamiento de Barcelona pierda protagonismo en beneficio de una mayor inversión de las demás administraciones en Barcelona. Eso será magnífico para la cultura de la ciudad. Es algo que hemos deseado históricamente. Estoy seguro de que el futuro es muy esperanzador. Si mejora la cultura en Barcelona, se fortalece la cultura catalana. La Generalitat, además, está haciendo un gran esfuerzo en otras muchas ciudades de Cataluña. Por suerte las cosas están cambiando, como decía la canción de Dylan.

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