Mejor sin 'El Tato'
Puede que faltara El Tato, pero algo que marcó una fundamental diferencia entre ambas Cumbres, y que lo del dichoso Tato está dificultando que se conozca y comente en profundidad y lucidez en todos los ámbitos, es que en una, se trataba de reparto de poderes y negocios, sin ninguna consideración a la trágica situación de unos 4.000 millones de seres humanos, y en la otra se empezó a plantear en serio el remedio para la incultura de los pobres y el diálogo entre civilizaciones para progresar en la solidaridad humana.
Dicen que El Tato era torero y, por lo tanto, de los que se visten de oro y plata para engañar al "bravo y honrado toro". ¡Mejor que no estuviera El Tato, señor Rajoy.
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