Terapia en directo
Un programa radiofónico elaborado por personas con enfermedad mental cumple cuatro años en Málaga
Cada martes desde hace cuatro años se reúnen en la Casa de la Cultura de Churriana, un barrio situado a las afueras de Málaga. Ponen en común los temas sobre los que han estado trabajando durante toda la semana y deciden en qué orden y cuánto tiempo van a otorgarles en su programa. Lo hacen media hora antes de las 20.00, hora a la que comienza Romper Barreras, un espacio de Radio Voz (88.4 FM) que ellos mismos definen como "un debate desafinado para oídos cuerdos" o "un programa de actualidad hecho por amigos un poco locos".
El conductor, Nicolás Ojeda, es el más veterano. Con acento canario modera con soltura un programa de una hora de duración en la que tienen cabida entrevistas, noticias próximas y positivas, o espacios culturales. Los debates sobre temas que preocupan al grupo, como la soledad o la autonomía, están a la orden del día. Su directora y creadora, la psicóloga Blanca Moreno, lo concibe como una terapia que desarrolla la autoestima y motiva a sus participantes -personas con trastornos mentales graves como esquizofrenia, psicosis maniático depresiva, o bipolar- al tiempo que rompe con el estigma y la mala prensa de las enfermedades mentales.
La iniciativa, auspiciada por la Universidad de Málaga, surgió a raíz de unas prácticas en la Escuela de Ciencias de la Información en 1999. El proyecto tomó forma en esta emisora local con un alcance limitado a la capital malagueña y algunas poblaciones cercanas. Desde hace un par de meses, tienen una sección fija en el programa de la cadena Ser La Ventana de Málaga, (100.4 FM). Eulalio Martín, Lalo, se muestra ilusionado con la difusión de su trabajo. "El otro día me escucharon mis familiares y me llamaron para regañarme porque no les había dicho que iba a salir en la Ser de 19.30 a 20.00", explica. Lalo, un profesor de Lengua y Literatura de Educación Secundaria con gran facilidad de palabra, lleva tres años acudiendo a la radio y disfruta enormemente con ello. "No eres consciente de que haces una terapia", asegura.
A Belén (42 años), la última en incorporarse al grupo, le está costando un poco más. Lleva un mes aquí y califica la experiencia de aventurera. "Lo que más me cuesta es no preocuparme porque las cosas salgan mal", afirma. Se enfrenta al mismo problema que tuvo su compañero Domingo Gonzalo hace dos años.
Casi todos han llegado a las ondas aconsejados por sus centros de salud mental y valoran la práctica como algo muy positivo. "Les sirve de orientación laboral y les permite sentirse integrados y evita que se sientan todo el tiempo como una persona enferma", asevera la directora.
Durante estos años han participado 50 personas en el programa con una media de edad de 35 a 40 años, y siempre ha habido más hombres que mujeres. Blanca Moreno cree que ya están preparados para salir del estudio y emitir en directo desde diferentes puntos de la ciudad. Ésta es la próxima barrera que quieren derribar.
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