Corazón y dicción
Ahora que "roto" se dice "partío" y que decir "dicción" es una frase publicitaria, merece la pena detenerse en la nueva obra de Asdrúbal Hernández. ¿Detenerse? Es mucho decir, cuando la obra Tres de corazones ni siquiera está en las librerías.
Tres de corazones es una creación singular. Y debería decir "punto final", pero debo acabar el espacio de este artículo, cuyo lugar tampoco es principal.
Asdrúbal Hernández publicará en breve esta obra de indagación sobre la crueldad en la vida feliz contemporánea. ¿Qué pasa cuando a un inteligente ejecutivo le dicen que su hermana va a morir de cáncer?.
Bueno, a lo que íbamos, ¿qué pasa cuando a uno le dicen que se va a morir? ¿Y cuándo ese persona a quien una quería también se ha muerto?
Cuando un autor hace preguntas radicales y las responde por medio del juego cruel con el lector, este tiene que ir avisado: el juego siempre termina en una ternura cuerda, en una revelación de la impotencia.
Sé que el segundo cuento de este libro, Tres de corazones, representa un anticlimax, que en él aparecen algunas representaciones obsesivas del autor, como si el sexo también fuera otra muerte, y la muerte otro gozo, pero... Quizás este lector apresumbrado prefiere la especial inquietud que se establece entre normalidad y muerte en el primero de los cuentos de esta colección.
Sé que dirán, si dicen, que esta obra está llena de guiños al realismo sucio y a Carver. Sí, y ¿pasa algo, si lo que pasa es bueno?
Bueno, a lo que íbamos...
Asdrúbal Hernández: Tres de corazones. Ronsel. Se editará en Barcelona.
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