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Reportaje:FÚTBOL | Quinta jornada de la Liga de Campeones

Los 'amigos' de Casillas

Berbatov, França y Voronin ya saben lo que es golear al portero madridista

El Madrid de José Antonio Camacho sufrió en septiembre el vigoroso ejercicio ofensivo al que le sometió el Bayer Leverkusen en el BayArena. Con un notable grado de participación colectiva, imprimiendo un vertiginoso ritmo en las acciones de ataque y con una elevada producción rematadora, el cuadro germano le ganó por 3-0. Pero desde entonces el equipo de Augenthaler no ha sido capaz de mantener esa vehemencia. Se ha mostrado irregular y ahora vaga despistado por la zona media de su Liga, a diez puntos del líder, el Bayern de Múnich. Un rendimiento menor al que ha presentado en Europa tras derrotar al Madrid: perdió en Kiev, ganó al Roma en Leverkusen y empató en la capital italiana.

Augenthaler se ha visto obligado a retocar a menudo el once, con problemas de consistencia defensiva y también en la gestación del juego en el medio campo. Las modificaciones han llegado también a la vanguardia. En ella, Berbatov es el único titular seguro. En Leverkusen marcó un gol al Madrid. Nada comparado con la obra de arte que firmó ante el Roma: recibió el balón en el área sin perfil de disparo, pero superó al central Dellas con un sombrero para después batir al guardameta italiano con una vaselina.

Considerado uno de los mejores jugadores búlgaros tras la gloriosa generación de Stoichkov, Berbatov (Blagoevgrad, 1981) llegó al Bayer en 2001 tras marcar más de 40 goles en dos temporadas con el CSKA de Sofía. Con muy poco ojo clínico, Vogts, el entrenador, le mandó al filial. Con Topmöller, su sustituto, todo cambió. Impuso a Berbatov un riguroso programa de preparación para mejorar su fuerza y su resistencia, pero también le enseñó que un delantero no vive sólo del remate. Ahora el búlgaro muestra grandes maneras con el balón y ha dejado de ser un individualista. Ha aprendido a domar su velocidad y tiene gol. Pero también cumple con la exigencia categórica que Augenthaler reclama a sus delanteros: la capacidad para asociarse en espacios reducidos.

Su pareja de ataque contra el Madrid fue el brasileño França, que también batió a Casillas. Pero ha perdido peso en el equipo. Avalado por ser el cuarto mejor goleador en la historia del São Paulo (182 goles en seis cursos) y por varias apariciones en la selección, França (Codó, 1976) tuvo que esperar hasta 2002 para tomar la ruta europea de Denilson, Belletti, Edmilson, Fabio Aurelio, Edú o Kaká. Su adaptación a Alemania fue durísima: no aguantaba el frío ni conseguía manejar el frenético e impreciso ritmo de la Bundesliga. Pero Augenthaler le devolvió la confianza. "Es un depredador con una técnica exquisita", dijo de él. No obstante, su movilidad, inteligencia y oportunismo han vuelto a declinar en las últimas semanas, a tenor de su relevo por el ucraniano Voronin.

Los ojeadores del Borussia Mönchengladbach sacaron a Voronin (Odesa, 1979) con 15 años de una escuela de fútbol en su ciudad para traspasarle por 45.000 euros al Mainz, un segunda germano. Sus goles y su gran velocidad despertaron el interés del Bayer, en el que comenzó como suplente y ha desbancado a França. "Le di una oportunidad y la ha agarrado", declaró Augenthaler después de que marcara tres goles al Arminia. Así, parece ser la compañía preferente de Berbatov y cada uno suma 6 goles en su Liga. El Cuervo no jugó frente al Madrid, pero también sabe lo que es batir a Casillas. Lo consiguió en 2003, en un partido entre Ucrania y España. Shevchenko metió un centro que no interceptaron ni Casillas ni Salgado, en una indecisión comparable a la del arquero y Roberto Carlos contra el Barça, y Voronin no rechazó el regalo.

Berbatov canta su gol al Madrid en Leverkusen.
Berbatov canta su gol al Madrid en Leverkusen.REUTERS

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