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Columna
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Panfleto de octubre

Batasuna tiene dos caras, como Jano, sólo que las dos miran al mismo sitio. Poco duró el espejismo del nuevo talante. Al día siguiente del acto del velódromo, Barrena, que para eso tiene apellido taladrante, observó con agudeza que el Estado se había posicionado contra cualquier dinámica de paz al capturar a 17 presuntos etarras. Ahí estaba otra vez Jano mirando con sus caras acusadoras al Estado, mientras daba la espalda a lo que hacía y decía ETA. Porque ETA puso dos bombas en un refugio militar justo antes del mitin tal vez para indicar que seguía en la brecha. Claro que Barrena, Otegi, Permach y los suyos, es decir Jano, deben de pensar que las bombas sólo son tracas festivas o mascletás (por decirlo en valenciano para fastidiar), o sea, fuegos votivos en honor de la paz. A menos que quieran hacernos creer que se trató del pistoletazo de salida para que comenzara el famoso mitin, unas explosiones inocentes, vaya, porque ETA no hace la guerra, la hace el Estado, con lo que volvemos al principio y al Jano con dos caras, pero sin máscaras.

Porque el segundo revuelo que Jano y sus dos talantes en uno ha montado tiene que ver con el famoso panfleto de octubre, es decir, con los comunicados que ETA habría enviado a EITB y que en Batasuna ya saben que no son comunicados, sino papeles antiguos con forma de panfleto. Resulta tranquilizador que sepan tanto, que estén seguros de que no ha sido ETA la que los ha enviado y de que no se trata de comunicados, sino de hojas propagandísticas, que no otra es la definición de panfleto. Pero, ¿acaso los comunicados habituales de ETA son algo más que propaganda? Por lo que respecta a la fecha del panfleto, se puede datar en octubre, antes del mitin y después de la Gran Caída. Y a eso se agarra Jano-Batasuna para argumentar que el contenido es previo al nuevo programa y al correspondiente nuevo talante de la izquierda abertzale, sin percatarse de que están dejando con ello en muy mal lugar a esa ETA que no tiene nada que ver con ellos. En efecto, con independencia de que se trate de comunicados o panfletos, la aparición de los mismos denota la dificultad que tiene ETA para emitir opiniones que se ajusten al día a día. Tanto es así que ni siquiera ha renegado del panfleto de octubre para dar a Batasuna el oxígeno que necesitaba en noviembre.

Las dos caras de Jano están tan ocupadas en mirar donde no deben que no han querido ver que ETA también estuvo presente en el velódromo de marras a través de su boletín Zutabe, repartido por unos encapuchados justo después de que se invitara a la prensa a abandonar el acto. El zutabe distribuido en el mitin también era viejo, anterior al mitin, pero llevaba fecha de noviembre y resudaba unos contenidos sospechosamente idénticos al panfleto de octubre. En el zutabe, ETA asegura que sigue en guerra y seguirá mientras haya fuerzas de ocupación en el territorio vasco -léase, Ejército, Policía y Ertzaintza ("un nido de enemigos de Euskal Herria")-, se reafirma en la extorsión y amenaza a los empresarios que no paguen o denuncien estar siendo extorsionados. Vamos, un contenido preocupante para quien no sea de Batasuna, pero también para Jano-Batasuna, ya que le arrebata el protagonismo de sus propias decisiones políticas contra lo que Otegi sostuvo. Basta con leer el texto desapasionadamente para llegar a la conclusión de que quien habla, manda sobre todo en cuestiones estratégicas como la permanencia en la ilegalidad (ergo, no elecciones) y en el rechazo al plan Ibarretxe. Si ETA sabe qué debe y qué va a hacer Jano-Batasuna será como mínimo porque lo han hablado, porque Batasuna se lo ha comunicado para obtener el aval de quien, desde luego, no decide por Batasuna, aunque se incluya con ella en el nosotros que escribe el panfleto de octubre, digo, de noviembre.

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