Solbes admite un crecimiento del 2,7% este año y defiende que el déficit se mantenga en el 3% del PIB

El ministro de Economía y vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, admitió ayer en Bruselas, durante la reunión de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin), que la economía española crecerá este año un 2,7% e incluso menos (2,6%), y que habrá que revisar a la baja las previsiones para el próximo año (3%), a pesar de lo cual no considera que los presupuestos del Estado deban sufrir "un cambio sustancial".

La receta general para la UE frente al alza del crudo es consumir menos petróleo desarrollando otras fuentes de energía y apostar, al mismo tiempo, por la eficiencia energética. El Ecofin hizo ayer de nuevo votos por ello, al tiempo que acometía por vez primera de forma oficial las propuestas de reformar el Pacto de Estabilidad. Por otra parte, se mostró contrario a que se supere el límite del 3% de déficit público, como la mayoría de los ministros del ramo. Así lo aseguró el presidente de la reunión, el holandés Gerrit Zalm, cuyo Gobierno es uno de los defensores de la ortodoxia frente a los intentos de París y Berlín de suavizar las reglas. Solbes descarta posiciones lasas frente a los déficit excesivos, si bien considera que habrá que tener en cuenta por qué se producen. Una mayor inversión en Investigación y Desarrollo, "habría una justificación política en tal caso", dice, "pero técnicamente seguiría siendo déficit".

El precio del petróleo ha desbaratado las previsiones europeas. La depreciación del dólar frente al euro también está dañando el crecimiento, especialmente el de Francia y Alemania. Los últimos datos de Eurostat hablan de un 1,9% este año para la eurozona y de un 2,1% para la UE.

Sobre España, Solbes estima en un 2,7% e incluso en un 2,6% el crecimiento de la economía para este año si se confirma el dato provisional adelantado por el INE, que habla de un ritmo del 2,6% en el tercer trimestre del año. El dato oficial se hará público el 24 de noviembre. "Llegar al 2,8%

[techo fijado en las últimas previsiones] será imposible". Defendió las previsiones anteriores, más optimistas, en base a una situación económica muy distinta. "Cuando en julio pasado diseñamos el marco macroeconómico, para 2005 recogimos una previsión de crecimiento del 3%, cuando algunos organismos internacionales hablaban hasta del 3,4% y cuando el precio del barril de crudo estaba en 33 dólares; si bien ya entonces alertábamos del riesgo de una escalada de los precios del petróleo".

Solbes presentó a sus homólogos europeos sus recetas para mejorar el crecimiento español, demasiado dependiente hasta ahora de algunos sectores, como el de la construcción, con una pérdida general de productividad. Es necesario imprimir una mayor competencia en bienes y servicios, reformar los mercados con acciones financieras y laborales, mejorar el clima empresarial e invertir más en tecnología e innovación.