La revacunación contra la gripe reduce la mortalidad en ancianos

La vacuna contra la gripe, además de prevenir esta infección respiratoria, actúa como escudo protector para los ancianos. Las personas mayores de 65 años que se vacunan todos los años contra la gripe presentan un menor riesgo de fallecer por cualquier causa. Ésta es la conclusión de un estudio holandés publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA).

Es sabido que las complicaciones y fallecimientos asociados con la gripe aumentan con la edad, especialmente en las personas con afecciones de alto riesgo. Lo que ha demostrado este estudio, realizado con más de 26.000 personas mayores de 65 años, es que la vacunación es importante, pero que todavía lo es más la revacunación anual.

"En general, la primera vacuna supuso una reducción insignificante del riesgo de mortalidad del 10%, mientras que la revacunación supuso una reducción del riesgo de mortalidad del 24%", afirman los investigadores. "En comparación con la primera vacunación, la revacunación supuso una reducción del riesgo de mortalidad anual del 15%. Durante los periodos epidémicos, esta reducción fue del 28%".

Los investigadores descubrieron también que la interrupción de la serie de vacunaciones anuales suponía un aumento del 25% en el riesgo de mortalidad, mientras que retomar la vacunación después de una interrupción suponía un descenso del riesgo de mortalidad similar al observado después de la revacunación. Los autores señalan que "en la población total se evitó una muerte por cada 302 vacunaciones, o 1 por cada 195 revacunaciones".

"Este estudio apoya la recomendación de que se vacune anualmente contra la gripe a los ancianos", escriben los autores en el JAMA. "Debido a que la vacuna contra la gripe es barata y no presenta riesgos, los médicos deberían recomendar a estos pacientes que se revacunaran todos los años",

Para la realización del estudio, los autores consideraron datos de 26.071 personas, que recibieron 62.476 vacunas contra la gripe entre los años 1996 y 2002. La cobertura de la vacunación anual varió desde el 64% en 1996 hasta el 74% en 1999. En la temporada de 2000-2001 no se percibió una actividad epidémica clara, y durante el resto del periodo de estudio, la epidemia de gripe fue de gravedad ligera a moderada.