La fusión más esperada y apoyada por el Gobierno para crear una alternativa real a Telefónica

Nunca una fusión tuvo tantos parabienes desde el Gobierno, tanto de éste como del anterior, para abordar la liberalización. Todos los ministros del ramo, desde Josep Piqué hasta Juan Costa por el PP, y el actual José Montilla, han alentado la unión de Auna y Ono, para crear una verdadera alternativa a Telefónica en telefonía fija, donde el ex monopolio sigue controlando el 80% del mercado. Incluso el presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), Carlos Bustelo, ha apoyado abiertamente la unión.

Y es que la fusión de Auna y Ono daría lugar a un operador con 1,6 millones de clientes de cable (más otros casi 800.000 de acceso indirecto) en toda España, con la excepción de el País Vasco, dominado por Euskaltel. Tanto R como Telecable, los operadores gallego y asturiano, nunca han desestimado ser amistosamente absorbidos por los dos gigantes que se reparten el mapa del cable, al que renunció en su día Telefónica que prefirió apostar por el ADSL.

Auna, que acaba de comprar Tenaria (Navarra y La Rioja), domina Madrid, Cataluña, Andalucía, Aragón y Canarias, con una red de 11.000 kilómetros de moderna fibra óptica que dan línea a 815.000 clientes..

Por su parte, Ono, con 626.000 clientes, controla la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Castilla y León (acaba de comprar Retecal), Murcia, Cantabria, Mallorca, Huelva y Cádiz.

La fusión Auna-Ono no sólo daría lugar a un gigante de telefonía sino a un competidor de mucho calibre de acceso a Internet, y de la televisión de pago. Y es que todo cabe por la fibra óptica.