El transporte público costará en 2005 entre 476 y 486 millones

Tras el acuerdo para la firma del contrato programa del transporte metropolitano para el periodo comprendido entre los años 2002 y 2004 entre el Gobierno central, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Entidad Metropolitana del Transporte (EMT), ya se están negociando las cifras para el año próximo, que supondrán una inversión entre 476 y 486 millones de euros. Se trata de un incremento bastante notable, sobre todo en las aportaciones de la Generalitat, del Ayuntamiento de Barcelona y de los 18 municipios que conforman la EMT.

Las negociaciones están abiertas y las cifras que se barajan son de 210 millones de euros que serían aportados por la Generalitat, entre 135 y 145 por el Gobierno central y 131 por las administraciones locales. La partida propia del consistorio barcelonés será de 66 millones de euros, frente a los 51,9 que destinó en 2004, explicó ayer el primer teniente de alcalde, Xavier Casas.

La Generalitat efectuó en 2004 una aportación de 154,5 millones de euros y la calculada para el año próximo es de unos 210 millones, avanzó Casas. El primer teniente de alcalde, no obstante, subrayó que las negociaciones están en marcha y que cabe la posibilidad de que la financiación correspondiente a 2005 se incluya en el contrato programa 2006-2009 o que se cierre como un ejercicio independiente.

El incremento previsto de las subvenciones al sistema de transporte obedece al aumento de la red de metro y autobús y a que los ingresos por tarifas -lo que paga el pasajero- sólo cubre el 42% del coste. El restante 58% es lo que tienen que aportar las administraciones en forma de subvención de una red que desde la integración tarifaria cada vez tiene más usuarios. El número de viajes ha pasado de 759 millones en 2001-cuando se inició la integración- a 800 en 2002, 837,2 en 2003 y una previsión de cerrar 2004 con 871 millones de viajes.

Reproches

El consistorio barcelonés da por cerrado ya el acuerdo para el contrato programa de 2002- 2004, "que fue imposible de alcanzar con el Gobierno del Partido Popular y el apoyo de Convergència i Unió", señaló Casas. Por ese motivo, el primer teniente de alcalde negó "autoridad" a CiU por las críticas realizadas a propósito del acuerdo alcanzado porque, en su opinión, dejaba sin resolver la financiación de 2005.

En las filas de CiU y el PP se reprocha al alcalde, Joan Clos, que no consiga más apoyo financiero. Lo plantearon como crítica al acuerdo de financiación de transporte y ayer lo volvieron a hacer en relación con las aportaciones de la Generalitat y el Gobierno central en el presupuesto municipal de 2005.

Los partidos de la oposición en el consistorio alegan que el tripartito municipal no está obteniendo un mejor trato "ni tratándose de gobiernos amigos", en palabras de Xavier Trias, de CiU.