Respaldo unánime de la derecha portuguesa a Santana Lopes

El primer ministro luso, Pedro Santana Lopes, pidió ayer a los portugueses que confíen en sus capacidades y sus proyectos para el país que gobierna desde julio pasado. Santana Lopes dijo esto en el cierre del congreso extraordinario del conservador Partido Social Demócrata (PSD), que le legitimó como líder y donde consiguió un apoyo aplastante de los congresistas. Sin embargo, a lo largo del fin de semana, no pudo dejar de oír duras críticas a su gestión gubernamental, que acabaron por condicionar su discurso final de consagración.

Santana Lopes -que era el único candidato a liderar el PSD- centró su comunicación al congreso en la economía, justificando su política presupuestaria para el próximo año, donde promete una disminución de impuestos y un aumento de salarios, compensados con el fin de algunos beneficios fiscales y la contención de algunos gastos públicos. El Presupuesto para 2005 fue muy criticado por la mayoría de los economistas porque supone un cambio radical respecto a la política de austeridad y de control del déficit público que practicó durante los dos últimos años el Gobierno del ex primer ministro José Manuel Durão Barroso, que dejó el cargo para presidir la nueva Comisión Europea.

A última hora del sábado, Santana Lopes fue una vez más acusado de populista, pero esta vez por un miembro de su propio partido: "Éste no es sólo un camino equivocado, es también un camino peligroso. Es la ilusión de la facilidad. Este camino puede dar señales erráticas a Portugal. Caro Pedro Santana Lopes, yo entiendo su idea, pero hubiera ido por otro lado", dijo Luís Marques Mendes, ex ministro en los anteriores Ejecutivos de Aníbal Cavaco Silva y Durão Barroso.

Críticas internas

Marques Mendes fue el único dirigente socialdemócrata de los que en julio manifestaron su repudio por la forma en que Santana Lopes tomó el poder dentro del partido -sin una votación previa en el congreso- en la reunión de este fin de semana. El ex ministro criticó además el acercamiento cada vez mayor del partido a la derecha y defendió la ruptura de la coalición con el Partido Popular (PP) para las legislativas de 2006. La coalición PSD-PP nunca ha logrado una victoria electoral. Santana Lopes, no obstante, decidió aplazar una decisión sobre este tema.

Santana Lopes aprovechó también su discurso ante el congreso del PSD para defenderse de los que le acusan de falta de preparación para el cargo de primer ministro. Pidió confianza a los portugueses y dijo que el principal objetivo de su Gobierno es el crecimiento económico del país. Para eso, dijo que le gustaría ser primer ministro hasta 2014. Por último, invitó a Cavaco Silva a presentarse como candidato presidencial del PSD en las elecciones de enero de 2006. El ex primer ministro, que no estaba en el congreso, había dicho que no tenía planes para volver "a la vida política portuguesa", a la que hoy considera "muy poco estimulante".