Un juez investiga presuntas torturas a un preso e imputa a 5 funcionarios

El Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona ha abierto una investigación para esclarecer tres denuncias presentadas en las últimas semanas por un preso que afirma en ellas haber recibido palizas en la cárcel Modelo de Barcelona y en la de Brians. El recluso explica también que le amenazaron para que se retractase y evitar así que corriera peligro la seguridad de su familia y la de su abogada.

A raíz de las denuncias, el magistrado Josep Maria Miquel Porres ha imputado a cinco funcionarios de la cárcel Modelo y los ha citado a declarar para el día 17, fecha en la que también se someterán a una rueda de reconocimiento para que el recluso les identifique. Albert Batlle, secretario de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, expresó ayer su "respeto absoluto" por la decisión judicial, pero invocó el derecho a la presunción de inocencia de los funcionarios.

En la denuncia presentada por el preso Albert Betancor Castillo, que cumple condena de cinco años por robo, éste expone que el pasado 29 de agosto, cuando estaba en el patio de la prisión Modelo, discutió con otro recluso y tres guardias los separaron. Él fue conducido por esos funcionarios a una celda de la sexta galería, donde le ataron de pies y manos y uno de ellos le propinó un golpe en la cabeza con las esposas, lo que le causó una brecha en la cabeza que requirió tres grapas para suturar la herida, según se afirma en la denuncia, a la que acompaña el parte médico. El preso explica que desde entonces sufre cacheos con desnudo integral indiscriminadamente y un trato que agrava aún más el primer grado que se le aplica, por el que sólo se le permite salir al patio tres horas al día.

Según han explicado fuentes judiciales, los funcionarios comunicaron al juzgado de vigilancia penitenciaria que la brecha en la cabeza se la había abierto otro recluso, pero Betancor lo niega en la denuncia y recuerda que los cacheos son continuos. El pasado 6 de octubre, el preso presentó la denuncia por torturas, agresiones contra la integridad moral, lesiones y amenazas que el juzgado está tramitando ahora.

Cuando Carolina Rivas, su abogada, acudió a visitarle a la cárcel unos días después, el preso le explicó que días antes el director de la Modelo, Antoni Guitiérrez; el subdirector de régimen interior, y el jefe del módulo de la sexta galería le instaron a que renunciase a esa abogada. El preso se negó y, según su versión, los directivos de la cárcel le amenazaron y le dijeron que no era bueno ni para él ni para su familia que la abogada estuviera "molestando". La Comisión de Defensa del Colegio de Abogados denunció ayer la "gravedad" de esta situación y exigió de la Generalitat que adopte medidas urgentes para garantizar los derechos de los presos. El Observatorio del Sistema Penal y Alternativo de la Universidad de Barcelona se adhirió a la petición.

Atado de pies y manos

Al conocer las supuestas amenazas, la abogada pidió el traslado del preso, que se produjo el pasado día 4. El recluso relata en otra denuncia presentada esta semana que al llegar a la prisión de Brians le esposaron de pies y manos en una cama tumbado boca abajo y desnudo, y que varios funcionarios le golpearon con las manos cubiertas con unos guantes negros mientras le decían que esa era "la bienvenida" por participar en el motín de Quatre Camins del 30 de abril en el que fue gravemente herido un subdirector.

El preso asegura que los golpes duraron bastante tiempo y que también sufre heridas graves en lar orejas y las cejas, porque le arrancaron a la brava los piercings que llevaba. Asimismo explica que cuando fue a buscar su ropa a una habitación fue golpeado otra vez por tres funcionarios.