Los aplausos a Rajoy
Me cuesta comprender los aplausos masivos a Rajoy en el último congreso del PP de Euskadi. ¿Cómo es posible que no se oigan voces críticas a sus comentarios dentro de su partido? No, señor Rajoy. El Gobierno no está enfrentándose a la Iglesia, ni a EE UU, ni a los católicos. Me temo que únicamente se están haciendo esfuerzos para defender la igualdad ante la ley de todos los españoles y el cumplimiento del artículo de la Constitución que establece que vivimos en una nación soberana. Es usted con su discurso, y los militantes del PP con su silencio, quienes apoyan la persistencia de injusticias desde el fundamentalismo más caduco. Gobernar desde el laicismo y el respeto a las Naciones Unidas no es buscarse enemigos. No estaría de más que, a falta de proceso selectivo para acceder a cargos políticos (como el de diputado), se impusiera un examen que acreditase el conocimiento de la Constitución. Jurarla o prometerla no es suficiente. El desconocimiento de la misma permite declaraciones tan bochornosas como las de Rajoy, y quedarse tan pancho o secundarlas con aplausos. No hay que callar ante los que abogan por un retroceso de 50 años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.