Sobre los horarios comerciales

Estoy vinculado a la Federación de Comercio de Burgos y me gustaria contestar a don Ignacio Rosado (Madrid), carta publicada el domingo 31-10. No voy a entrar en las razones del porqué de la crisis del pequeño comercio, si la culpa es de las grandes superficies, de los hábitos de consumo o si "lloramos" por la temida libertad de horarios con domingos incluidos.

Voy a dar mi versión después de más de 25 años de comerciante; no voy hablar de la teoría de ser cliente o consumidor. Sólo le digo por qué el comercio no puede dar respuesta, no es que no quiera. El comercio se moderniza, se profesionaliza, invierte en sus ciudades, crea puestos de trabajo; da vida, luz y ambiente a los barrios de las ciudades; se especializa y le echa horas y toda la imaginación posible para subsistir. Yo lo único que pido es que juguemos todos con la misma baraja, con las mismas leyes, con los mismos derechos y con las mismas oportunidades.

Y me explico: las grandes superficies tienen sus propios convenios colectivos; si yo pido a un empleado mío trabajar un domingo se lo tengo que pagar como horas superextras; ellos se las cambian por otro día de descanso, a determinar por la empresa (pregunten a sus empleados).

A la hora de negociar una instalación de gran superficie pactan unas condiciones de puestos de trabajo que a posteriori nunca cumplen, como número de cajas abiertas o personal contratado. Y si quiere hablamos de fórmulas de pago a 120, 180 días; devolución a los proveedores de los excedentes, de lo defectuoso o sencillamente de lo que les apetezca o no interesa.

También podemos hablar de negociaciones con proveedores que pagan por determinadas promociones o por estar en cabezera de góndola. Y muchas otras ventajas a las que el comercio tradicional no tiene ninguna posibilidad de acceder.

Cada día hay más locales libres y más carteles de "se vende o traspasa". Hace algún tiempo que se propuso apagar las luces de todos los comercios de nuestra ciudad para sensibilizar al ciudadano de lo que sería la ciudad sin ese comercio tradicional.

He vivido la experiencia de ir en una manifestación la patronal y los trabajadores juntos a defender sus derechos. Somos un colectivo grande no muy unido y poco guerrero para defender nuestras reivindicaciones.

Lo que pido y reivindico es igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades del comercio tradicional con las grandes superficies.