El River de Mascherano se llevó el 'derby' al ganar al Boca de Tévez

Es lo que tiene este clásico del fútbol mundial. Hay que verlo, hay que estar allí alguna vez. La pasión arrasa con todo. Tras una primera parte de lucha libre, no de juego, no de fútbol, sólo un gol podía abrir el corazón del partido. Se lo perdió Tévez, el mejor delantero del Boca, a los siete minutos del segundo tiempo y lo convirtió River cuatro minutos más tarde. Luis "Lucho" González recogió un rebote de la defensa del Boca, remató y en el camino Gastón "La Gata" Fernández no pudo impedir que le rebotara en el pie. El balón se iba fuera, junto al poste derecho de Abbondanzieri, que seguía esa trayectoria, pero se levantó al tocar en Fernández y, al caer, "La Gata", casi de espaldas, le dio un zarpazo suave junto al poste.

El gol cambió todo. Hasta entonces salían chispas del roce de las botas, salía humo de la fricción entre los cuerpos, se encendían los gritos de furia de los jugadores, de los entrenadores y de las tribunas reclamando por faltas inexistentes o demasiado brutales, pero el fuego sagrado del fútbol se había apagado desde el comienzo, ahogado por la presión que ejercían las marcas. Sólo faltaba que los jugadores levantaran polvo del terreno para que el partido entre los dos equipos más populares y poderosos del país se convirtiera en un derby de barrio en el baldío.

A los 23 minutos ya podía verse a dos jugadores del River, el centrocampista González y el delantero Salas, con vendajes en la cabeza a causa de heridas sangrantes. Salas al final fue reemplazado a los 33 minutos por Gastón Fernández y el cambio favoreció al River.

Faltas tácticas

La actitud del Boca reveló el temor de su entrenador, Miguel Brindisi, que se jugaba el puesto en este partido y dispuso un equipo para jugar de contraataque. La idea fue esperar al River, cortar sus ataques y salir rápido con pelotazos a la búsqueda de Tévez o Palermo. La táctica no dio resultado porque la defensa del River marcó dos contra uno. Mascherano ordenó el toque preciso, pero la defensa del Boca cortó una y otra vez la progresión del juego del River con las llamadas "faltas tácticas". Cuando ya su equipo perdía 1-0, Brindisi ordenó el ingreso del delantero Schelotto para acompañar a Tévez y a Palermo, pero el River siguió ordenado y dispuso de espacios para aumentar la ventaja.

Antes del partido Gastón Fernández, de 22 años, un pibe de la cantera cedido la campaña pasada al Racing y consagrado allí, dijo que uno de sus sueños era el de definir el clásico frente al Boca. El River nunca perdió frente al Boca con "La Gata" en el campo. Pero esta vez fue al banquillo. Cuando el chileno Salas salió por lesión y entró Fernández, los hinchas del River recordaron la cábala. A dos minutos del final, en un contraataque, "La Gata"" arañó un balón a la izquierda para "Pipino" Cuevas y el delantero paraguayo selló el segundo. Desde 1999 que el River no vencía al Boca en su campo. El último logro fue que Miguel Ángel Brindisi, el técnico de Boca, presentó su dimisión irrevocable.