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La Sala-Kubo revisa las vanguardias a través de artistas como Picasso, Dalí y Miró

Kutxa aporta 42 obras al proyecto impulsado por el Reina Sofía para repasar el siglo XX

Maribel Marín Yarza

La convulsión que vivió Europa desde el fin de la primera Guerra Mundial hasta el inicio de la Segunda no se limitó al terreno de lo político, social o económico. Se sintió también en el arte, que vivió entre 1925 y 1939, uno de sus periodos más fecundos. Entonces nacieron el surrealismo, el cubismo y otros importantes movimientos estéticos. La Sala-Kubo de Kutxa lo ilustra con Vanguardias 1925/1939, una exposición que reúne en San Sebastián obras de Picasso, Miró, Gris, Buñuel, Dalí, Gargallo y otros geniales creadores. Es la segunda entrega del proyecto Arte para un Siglo, impulsado por el Museo Reina Sofía y la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

La exposición, que permanecerá abierta al público hasta el próximo 9 de enero, reúne 74 obras de 49 grandes artistas (42 de ellas pertenecientes a los fondos del Reina Sofia y 32 de la colección de Kutxa). Hay pinturas, esculturas, dibujos, cerámicas, litografías, maquetas e incluso películas realizadas por los más brillantes creadores del siglo XX. Reflejan el periodo de efervescencia artística que se vivió entre 1925 y el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Todo comenzó en 1924, en un pequeño piso de París, en el momento en el que el escritor André Bretón hizo público su Manifiesto Surrealista. Ese "pequeño gran acto de ruptura" convertido "rápidamente en huracán", recuerdan los organizadores de la muestra, causó toda una revolución en la cultura. El arte comenzó a ser utilizado como una gran fuerza de cambio colectivo que acompañaba a las transformaciones que se producían en Europa a nivel político y social. Y eso se tradujo en el nacimiento de movimientos claves en la historia del arte; desde el surrealismo que practicó Dalí, hasta el cubismo de Picasso, pasando por el ultraísmo o el realismo social.

La exposición busca resumir todo eso. "Se pretende hacer una revisión muy sintética pero exacta del arte de vanguardia en España durante este periodo", explicó Óscar Muñoz, conservador del Museo Reina Sofía. "Queremos mostrar la obra de aquellos que querían innovar y estar a la altura de Europa", de los que "querían que su arte alcanzara una dimensión universal".

En el espacio central de la sala pueden verse auténticas joyas. Entre ellas, Arlequín, de Dalí, y otra obra sin título fechada en 1928 en el que no se reconoce al excéntrico genio. La realizó, explica Muñoz, justo antes de empezar a reflejar sus sueños, y "plantea un espacio blanco de pura abstracción con algunos signos en lo que se ha querido ver connotaciones sexuales". Dalí, representado también como guionista en Un perro andaluz y La edad de oro, de Luis Buñuel -también se proyectan en la sala- comparte espacio con Tres figuras, de Pancho Cossío; Mujer con abanico, personal retrato cubista de María Blanchard; Alegría del campo vasco, de Daniel Vázquez Díaz; Silueta de joven, realizada por Pablo Gargallo en hierro forjado, Tres cráneos, de Pablo Picasso, y el estudio de composición que realizó este mismo autor en óleo sobre contrachapado en 1937 para preparar el Gernika. De las paredes de la sala también cuelgan obras de autores como Miró, Francisco Bores o Maruja Mallo, representada con Canto de las espigas.

Eso en el espacio central, porque en las salas adyacentes se han instalado las piezas pertenecientes a la colección de Kutxa: óleos, dibujos, esculturas, fotomontajes y litografías de artistas como Carlos Landi, Gaspar Montes Iturrioz, Jorge Oteiza, Alfonso Olivares, Narciso Balenciaga y también Picasso y Miró. Es uno de los alicientes añadidos a la exposición original, que ya ha itinerado por 16 ciudades.

La muestra supone el retorno de la Sala-Kubo a su actividad expositiva regular, tras ocho meses dedicada a albergar propuestas artísticas de la Bienal de Arte Contemporáneo Manifesta 5. Y supone, tras Cambio de siglo. 1881-1925, la segunda entrega de un proyecto más ambicioso que pasa por difundir el arte de todo un siglo a partir de las colecciones del Reina Sofía y de la mano de las cajas de ahorro españolas. "Esta muestra tendrá su continuación en dos exposiciones más", anunció Mariví Arcaya, directora de esta sala que ha superado los 160.000 visitantes en lo que va de año.

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