El FMI invita a China a que suba más los tipos para moderar su crecimiento

El Fondo Monetario Internacional (FMI) animó ayer a China a que siga adelante con las subidas de tipos de interés para ayudar a "enfriar" el crecimiento de su economía con suavidad y contener la inversión. Una medida monetaria que debe conjugarse además, como señala el organismo financiero, con la política fiscal. El FMI prevé que la actividad económica en el gigante asiático crezca este año el 9% y asegura que las perspectivas a medio plazo son favorables.

El director gerente del FMI, Rodrigo Rato, califica de "eficaz" la última subida de tipos en China, tanto desde el punto de vista monetario como de política económica, porque considera que "muestra una clara determinación de las autoridades chinas de apostar por una reducción de la tasa de crecimiento en su economía".

China subió los tipos de interés el pasado 28 de octubre por primera vez desde 1995, al aumentar el precio del dinero en algo más de un cuarto de punto, del 5,31% hasta el 5,58%. Es la manera que tiene de contener no sólo el crecimiento, sino también el espectacular incremento de la inflación, que en septiembre se colocó en su nivel más alto en los últimos siete años (5,2%). Esto, además, podría ayudar a contener su apetito por el consumo de petróleo y de materias primas.

Pero una subida puntual no es suficiente. El informe publicado ayer por el FMI sobre la evolución de la economía china ahonda más en esta cuestión y afirma que es necesario que Pekín proceda a nuevos "endurecimientos de las condiciones monetarias", como medida para enfriar su boyante actividad económica de una manera controlada y suave, sin sobresaltos, ante el temor compartido de un recalentamiento.

El Fondo urge también a China a que flexibilice su sistema de cambio (ahora es fijo respecto al dólar) porque considera que eso mejorará su habilidad para llevar a cabo "una política monetaria independiente", "ajustarse a los choques" externos y a "los cambios estructurales". La vía para conseguirlo, según el FMI, pasaría por ampliar la banda de cambio o mover su divisa hacia una cesta de monedas. "La flexibilidad del tipo de cambio va en el mejor interés de China", reitera el FMI en su informe. Pero las reservas de Pekín para dar este paso son evidentes, porque teme que ello conlleve una huida de capitales.