La máquina que mueve al Barça
Xavi no se pierde un minuto de juego y se ha convertido en el líder del equipo
Escuchar "¡qué pasa máquina!" en el Camp Nou a modo de saludo se convirtió en habitual tan pronto como Xavi se ganó el respeto en el primer equipo, cuando de la mano de Louis van Gaal dio el salto en 1997. El único jugador de la actual plantilla que ha celebrado un título en la plaza de Sant Jaume ha cambiado "máquina" por crack, y alguna cosa más: la posición. De mediocentro ha pasado a asumir un papel determinante sobre el campo, donde no ha faltado ni un minuto desde el inicio de campeonato, y también en el vestuario, escenario dodne su gracia innata genera risas cada dos por tres y es un referente porque, a sus 24 años, cumple ya su séptima temporada en el primer equipo.
Lo sabe y lo reconoce: "Me siento importante porque noto la confianza de todos los estamentos del club, del vestuario a la grada pasando por el banquillo y el palco", dice. En la Liga de Campeones ha participado en 438 jugadas, una cada 0,87 minutos, de las que inició 37 y terminó 39. Ha tocado la pelota 419 veces en los cuatro partidos que ha jugado, todos de principio a fín y de los 355 pases que ha dado, 310 fueron buenos. Su deseo de abrir el juego por la banda (67) es semejante a su facilidad para lanzar balones en profundidad (14) o a cambiar el juego de orientación (10, una vez cada 38 minutos por lo menos).
"Es un espectáculo verle cómo se gira con la pelota pegada al pie y sale de la presión de tres contrarios", dice Puyol. "Lleva nueve partidos de Liga y no ha perdido un balón", sentencia Larsson. "Es un privilegio para mí jugar en el mismo equipo", confiesa Giuly. Uno tras otro, hasta Ronaldinho: "Es grandioso, enorme", exclama si le preguntas por su compañero. "Él marca nuestro ritmo de juego", añade antes de reconocer que lo mejor del 6 no es lo que hace en el campo: "En el vestuario me hace reír. Es divertidísimo". Rijkaard reconoce que Xavi es "inteligente, y rápido". Iniesta afirma que lo tiene como referencia para seguir mejorando: "Todo lo hace bien. Me fijo en él para aprender, pero me parece imposible llegar a su nivel". Sabe Xavi que está atravesando un momento muy dulce, "todo me sale bien, es verdad".
"Lo mío es dar pases", sostiene. Presionado por Rijkaard para que se prodigue en el disparo (suma 26 remates entre las dos competiciones), ha marcado un gol en la Liga. Y a todo esto, su antecesor, Guardiola, exclama: "Tengo que hablar con Xavi para preguntarle a qué está jugando porque como dice Lillo [su amigo y entrenador del Terrassa]
lo suyo no es fútbol, es otra cosa".
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