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La comisión del Metro analiza el nuevo sistema de seguridad de la línea 3

La investigación analiza los datos de las cajas negras y las intervenciones humanas

La investigación sobre el choque de metros ocurrido el pasado domingo en Barcelona avanza con paso firme y podría terminar sus trabajos esta misma semana. Si no es así, afirmó un portavoz de Transportes Metropolitanos (TMB), trabajará también el sábado y el domingo. De momento ha analizado los datos de las grabaciones, las memorias informáticas, las cajas negras de vehículos y sistemas de seguridad y ha pedido a la empresa Bombardier, que está instalando el futuro sistema de seguridad de la línea, que entregue un informe sobre los enclavamientos y cambios de aguja.

Bombardier está trabajando en la línea 3 a través de un consorcio que integra a trabajadores propios y de otras empresas, algunas de ellas subcontratadas, explicó un portavoz de la firma. Sus trabajos tienen que ver con la instalación del futuro sistema de seguridad, ATP, que una vez en funcionamiento evita que dos trenes puedan chocar y los frena a ambos. Este sistema funciona ya en otras líneas, pero está en fase de instalación en la 1 y en la 3. El accidente del domingo hubiera podido producirse también con el sistema ATP operativo, debido a que un tren se hallaba en el túnel y desconectado y el otro realizó un cambio de vías.

Los trabajos de Bombardier comenzaron hace varios meses y en algunos casos se han detectado coincidencias en el tiempo entre estas tareas y algunas incidencias, sin que nadie se atreva a afirmar que haya relación de causa-efecto. Entre las incidencias hay al menos una en las agujas de las cocheras de Sant Genís, aunque fuentes de TMB insistieron en que se trata de un porcentaje de fallos perfectamente equiparable al que se produce en cualquier otro punto de la línea.

También se registró un fallo, ya subsanado y que en su momento no causó ningún accidente, en la conexión con el disco semafórico de la estación de Liceo. Cuando el tren salía hacia Catalunya, el semáforo no se ponía rojo, sino verde. La incidencia tuvo escasa duración, fue corregida, se verificó su funcionamiento y no ha vuelto a fallar, informaron portavoces autorizados de TMB, quienes insistieron en deslindar este tipo de problemas del accidente ocurrido el pasado domingo.

En cualquier caso, la comisión, que ha avanzado considerablemente según fuentes conocedoras de sus trabajos, no hará públicas sus tareas ni los resultados obtenidos hasta que pueda presentar conclusiones claras y consensuadas entre todos los miembros que la forman. La comisión ha podido analizar los registros informáticos y también las órdenes de trabajo e incidencias, así como delimitar las intervenciones de las personas que trabajaban en aquel momento, entre ellas las que autorizaron el paso del tren pese a que el semáforo de la estación de Penitents estaba rojo.

Bombardier entregará hoy o mañana a la comisión un informe sobre sus trabajos, con atención especial al enclavamiento de Sant Genís, donde se produjo el accidente. Un enclavamiento es el sistema que gestiona todas las señales, cambios de agujas y otros dispositivos que sirven para ordenar los movimientos de los trenes en el interior de las estaciones. Los equipamientos están coordinados con los sistemas de control de tráfico externos, a fin de regular con seguridad tanto las operaciones de entrada o de salida de las estaciones.

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