Olympus cambia de foto

Poco más de dos años han bastado a Olympus para modificar su foto en España. Desde que inició su andadura con una subsidiaria propia a mediados de 2002, la multinacional japonesa ha multiplicado por cuatro su cifra de negocio en España y ha convertido a Barcelona en el cerebro para el desarrollo de quirófanos inteligentes. Olympus ha puesto España en su punto de mira.

"En la división de consumo, por un 1% de margen se mata, hay que hilar muy fino", asegura José Ignacio Abia

El segmento de cámaras digitales mueve en España 550 millones de euros anuales y se compite agresivamente en precios y modelos

El desembarco de la multinacional con sede en Tokio -aunque más que una incursión se ha producido un proceso de toma del control directo de todas las actividades que Olympus ya desarrollaba en España e integrarlas bajo un mismo techo- arrancó en 2001, con la adquisición de las acciones del distribuidor -algunos intermediarios llevaban operando más de 30 años- de productos hospitalarios y el consiguiente inicio de las actividades de endoscopia. Era la base para ir completando las restantes piezas del puzzle.

Así, en abril de 2002 se incorporó a la compañía la división de productos de consumo y en octubre de ese mismo año la de microscopia. El proceso de consolidación, que ha representado un desembolso de unos 40 millones de euros, se completó la pasada primavera, con la incorporación del área de diagnóstica.

Hoy, la estructura de Olympus en España se sustenat en dos grandes divisiones: la de consumo, que engloba cámaras fotográficas digitales y analógicas, grabadoras de voz y prismáticos; y la médica, que se compone, a su vez, por las áreas de endoscopia, microscopia y diagnóstica. "¿Qué tienen en común todas ellas? todos nuestros aparatos tienen una óptica, todos sirven para ver algo", afirma el director general y consejero delegado de Olympus Optical España, Jose Igancio Abia

El principal motivo de la presencia directa -la fabricación de todos los productos se lleva a cabo fundamentalmente en Japón y China- se debe, al margen de engordar la cuenta de resultados de la multinacional en Japón, a la "mayor capacidad que tiene una filial para acometer las inversiones que requieren los mercados en los que nos movemos", explica Abia.

En la división de consumo "por un 1% de margen se mata, se necesita hilar muy fino", subraya Abia, que cuenta con una amplia experiencia en el sector , fruto de su paso por la también multinacional japonesa Sony, con la que ahora lidia por arañar parte del suculento y competitivo pastel de las cámaras digitales: "el mercado analógico cae un 30% anual".

La lucha es muy fuerte por hacerse con este suculento segmento, que en España mueve unos 550 millones de euros anuales y en el que compiten, con una enorme agresividad en precios y modelos, multinacionales como Nikon, Canon, Sony y Kodak. En España, las previsiones apuntan a que este año se venderán entre 2,1 y 2,5 millones de cámaras digitales, de las cuales más de 222.000 corresponden, hasta septiembre, a Olympus, que asegura haberse posicionado como el segundo fabricante del mercado en unidades vendidas (hace un año ocupaba la quinta posición de la clasificación, según Alimarket). "Para sobrevivir en este mercado hay que estar entre los tres primeros", sostiene Abia.

La facturación de la división de consumso de Olympus en España rozó en 2003 los 51 millones de euros, un 117% más que el ejercicio anterior y dos tercios de las ventas totales de la compañía, que sumaron los 77,5 millones. El tercio restante del negocio, 26,6 millones, lo aporta la división médica, que el año pasado creció un 17%.

Olympus espera cerrar el ejercicio en curso con unos ingresos superiores a los 120 millones de euros, según Abia, lo que supondrá haber multiplicado por cuatro alrededor de 30 millones que la multinacional generaba en España cuando decidió aterrizar.