La UPV espera acabar el año con un déficit de 32,7 millones de euros

La Universidad del País Vasco (UPV) espera cerrar el año con un déficit en sus cuentas de 32,7 millones de euros, según se recoge en el anteproyecto de Presupuestos para 2004 que el Rectorado presentó ayer al Consejo de Gobierno. La iniciativa no tendrá efectos prácticos, dado que no podrá aprobarse hasta que termina el ejercicio, pero muestra ante del Departamento de Educación las penurias económicas de la UPV.

El déficit acumulado supone más del 10% de los 304 millones fijados en el proyecto de Presupuestos, el primero que presenta la UPV desde 2000. El argumento que utilizó en su momento el anterior equipo rectoral para no hacerlo fue la imposibilidad cuadrar unas cuentas debido al desfase entre los gastos y unos ingresos congelados a causa de las sucesivas prórrogas presupuestarias del Gobierno vasco. Este fue uno de los principales campos de batalla del entonces rector Manuel Montero con la consejería de Anjeles Iztueta.

La entrada en el Rectorado de Juan Ignacio Pérez, en abril, parecía haber suavizado las relaciones entre ambas instituciones. Pero no termina de llegar la solución de la crítica situación económica de la universidad pública, plasmada con rotundidad en las cifras del proyecto presupuestario, cuyo valor es más simbólico y político que real, al presentarse con el ejercicio a punto de concluir.

El Rectorado, en su justificación de las cuentas, afirma que para acabar con los problemas económicos de la UPV es necesario constatarlos de forma expresa para pedir al Gobierno vasco una de las dos vías posibles: una subvención extraordinaria o el endeudamiento. En ambos casos, es imprescindible su autorización. "En definitiva, se trata de que cada una de las instituciones implicadas en la resolución de este problema cuente con los elementos necesarios para poder hacer frente a sus responsabilidades", señala el Rectorado en un comunicado.

La mitad del déficit acumulado, 18,6 millones, procede de otro de los grandes conflictos pendientes, el de los polémicos complementos de productividad del profesorado. En esa cantidad se incluyen los gastos correspondientes a los tres años previos y los que se están pagando en el presente ejercicio. El resto de la deuda está vinculada al aumento habitual en el gasto corriente de personal y de áreas como mantenimiento, limpieza o seguridad.

Por otra parte, el Consejo de Gobierno aprobó por unanimidad el protocolo para la atención de personas internas en centros penitenciarios. Este documento regula todos los aspectos concernientes al régimen académico y docente previsto para los alumnos presos. Será remitido a la Conferencia de Rectores (CRUE) y a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, para que pueda servir de base al futuro convenio entre ambas entidades, que posibilite que los presos que pretendan estudiar en euskera o en carreras que no ofrece la UNED puedan hacerlo a través de la UPV.