Kerry utiliza el robo de explosivos en Irak para desgastar a Bush
El presidente rebate las acusaciones del rival
John Kerry cree haber encontrado un punto débil en la campaña del presidente Bush. Por cuarto día, el candidato demócrata centró sus ataques contra Bush por la desaparición de toneladas de explosivos en Irak. "Éste es un escándalo que no deja de crecer y el pueblo americano merece una explicación completa y honesta de qué es lo que sucedió y qué es lo que el presidente va a hacer al respecto", dijo Kerry en Iowa. Bush replica a su rival tras dos días de silencio.
Aunque la jugada podría salirle mal al demócrata. Con más de un 16% de votantes indecisos, según el último sondeo del Pew Center, a los que no les ayudan nada los comportamientos agresivos para decidirse, la estrategia del senador de Massachusetts podría volverse contra él si resultase que las municiones desaparecieron durante el dominio de Sadam Husein, antes de que entrasen las tropas estadounidenses en Irak.
Bush estuvo callado durante los dos primeros días de ataques del demócrata. Pero en los últimos dos parece haber recogido el guante y ha saltado al cuadrilátero. Para Bush, el aspirante demócrata a la Casa Blanca es "el hombre equivocado, en el trabajo equivocado, en el momento equivocado". "Lanza ataques salvajes", dijo Bush en un mitin en Lititz, Pensilvania, y "está denigrando la acción de nuestras tropas en el terreno sin conocer los hechos". "Nuestros militares están investigando diferentes posibilidades, incluido que los explosivos fueran retirados antes de que nuestros soldados llegaran al lugar", explicó Bush. "Un político que se lanza a sacar conclusiones sin conocer los hechos no es la clase de persona que os conviene para ser vuestro comandante en jefe", puntualizó el presidente.
Kerry le dijo a Bush que sus intentos por querer parecerse a John F. Kennedy habían fracasado. "Cuando ocurrieron los amargos hechos de Bahía de Cochinos, John Kennedy tuvo el suficiente coraje para mirar a América a los ojos y decir: "Yo soy el responsable, es culpa mía", relató Kerry en referencia al fallido y chapucero intento de invasión de Cuba en 1961. "John Kennedy sabía cómo hacerse responsable de los fallos que cometía y, señor presidente, ya es hora de que usted empiece a hacerse cargo de los fallos que ha cometido".
A cuatro días de las elecciones, ambos candidatos prosiguen su más que envenenada campaña saltando de un Estado a otro del Medio Oeste, donde podría decidirse el futuro ocupante de la Casa Blanca. Las encuestas, en su línea, siguen sin dar una idea ni siquiera aproximada de lo que sucederá, ya que día tras día siguen arrojando datos muy ajustados.
Bush comenzó ayer su día en Saginaw, Michigan, con un directo a Kerry: "Un presidente no puede ir según sople el viento", dijo Bush de Kerry. "El senador Kerry ha tomado demasiadas posiciones diferentes, y nunca se ha definido en una de ellas", prosiguió el candidato republicano. "La consistencia no es precisamente el plato fuerte del senador", bromeó Bush.
Kerry, con una gorra del equipo vencedor de la final de la Liga de béisbol, los Red Sox de Boston -de donde es el senador-, comenzó ayer en Ohio, Estado clave que puede abrir la puerta a la victoria el próximo martes. Kerry quiso recordar que en 2003, cuando inició con mucho esfuerzo su camino hacia la Casa Blanca, un oyente llamó al programa de radio donde el político estaba interviniendo y dijo: "John Kerry no será presidente hasta que los Red Sox ganen la serie mundial de béisbol". En la noche del miércoles, los Red Sox acababan con una maldición de 86 años y se proclamaban vencedores.
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