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Reportaje:

Una apuesta de 80 millones

Midlands, una empresa de capital ruso, los Emiratos Árabes y la firma coreana Hyundai quieren invertir en crear potentes equipos de F-1

Cien millones de dólares (unos 78,5 millones de euros) es una cifra respetable. Pero es el mínimo indispensable para iniciar la creación de un equipo de fórmula 1. Este dinero parece ser un problema para que Jaguar pueda seguir el próximo año en el Mundial, porque Ford no está dispuesto a continuar pagando a un equipo incapaz de ganar carreras. El problema fundamental de la marca estadounidense no es el dinero, sino la vergüenza de sentirse impotentes para entrar en la lucha por el título, con todo el historial que llevan a su espalda.

Sin embargo, 100 millones de dólares es la inversión mínima que tienen prevista tres nuevos grupos que quieren hacer su entrada en la F-1 por la puerta grande a partir de 2006. Hace tiempo que están negociando con Bernie Ecclestone y el acuerdo está sobre la mesa. Lo tienen todo pensado, saben los motores que van a equipar sus bólidos e incluso quién va a construirlos. Y, aunque esos grupos quieren comenzar de cero, no se descarta que, para ganar un año, alguno de ellos pueda acabar comprando la escudería Jaguar y utilizar la campaña 2005 para realizar algunas pruebas en el Mundial.

El grupo más fuerte entrará con un equipo que se llamará Midland F-1 Team. El aval del grupo Midland es potente, porque está metido en fundiciones de hierro y cobre, en empresas de electricidad, transporte y construcción. Su director general, un ruso llamado Alexander Shnaider, nacido en San Petersburgo hace 36 años, emigró a Canadá y allí creó su empresa, que se convirtió en la reina del hierro en los países del Este europeo: desde Ucrania a Serbia y Montenegro, donde acaban de adquirir un negocio por 1.200 millones de dólares.

El grupo Midland va lanzado. Han encargado un coche a la firma italiana Dallara, famosa en F-3 y en IRL en Estados Unidos y con experiencia tanto en participaciones en las 24 Horas de Le Mans como en las World Series. El constructor italiano se ocuparía no sólo de la creacción del proyecto sino también de todo su futuro desarrollo. Midland está estudiando incluso la posibilidad de comprar la escudería Jaguar y la fábrica de motores de Ford Cosworth para introducirse de inmediato en el Mundial y aprovecharse así de los derechos de TV, que podrían aportarle unos 20 millones de euros anuales.

El segundo grupo tendría la sede en Dubai y está encabezado por el Príncipe Khaled Al-Waleed, que en 1992 ya había intentado comprar la escudería Prost, contanto con el apoyo económico no sólo de la poderosa familia que rige los destinos de Dubai, sino también de la UAE (Unión de Emiratos Árabes), que quieren proyectar así una imagen de modernidad a todo el mundo. Existe ya un acuerdo de colaboración con Mansour Ojjeh, socio de Ron Dennis en McLaren-Mercedes y la idea inicial es que la firma alemana suministre los motores.

Una tercera opción en la que también se está barjando es la entrada inmediata de Hyundai. El constructor coreano lleva ya tiempo trabajando en un prototipo de motor para la F-1 y ahora parece tener prisa para entrar en el Mundial. También ellos están interesados en quedarse con Jaguar. Y, por último, siempre queda latente el interés de Red Bull, la marca de adhitivos tan vinculada a las fórmulas de promoción, por crear un equipo americano de F-1. Pero eso está aún verde. En cambio, lo que sí parece más inminente es la entrada en el mercado de la F-1 de la empresa de neumáticos coreana Kumho, que quiere competir con Michelin y Bridgestone y abrirse el mercado internacional.

Así que los problemas que plantea la marcha de Ford de la F-1 no van a ser irresolubles. Puede que las grandes marcas se vean obligadas la próxima temporada a incluir un tercer coche para llenar la parrilla. Pero a partir de 2006, Ferrari, McLaren, BMW, Honda, Toyota y Renault deberán cargar sus pilas para no sucumbir al empuje de las nuevas escuderías. La F-1 sigue estando muy viva.

Michael Schumacher, en cabeza en el Gran Premio de Alemania.
Michael Schumacher, en cabeza en el Gran Premio de Alemania.ASSOCIATED PRESS

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