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Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

El cáncer en positivo

La visión que durante muchos años tuve de la palabra cáncer fueron esas señoras -normalmente enjoyadas y patrocinadas por infantas, altezas reales y demás- que una vez al año se sentaban detrás de una mesa petitoria en medio de la calle y te abordaban con una sonrisa, la hucha y la consabida pegatina. No dudo de su buena fe -tampoco sé si aún lo hacen-, pero siempre me dio un cierto repeluz, empezando por la sensación de dar limosna a una cosa tan seria y terminando por el arsenal de joyas a la vista, con todos mis respetos. Con los años me di cuenta de la ignorancia que acarreamos en cosas tan básicas como la aceptación de una enfermedad, tanto por parte del afectado como de su entorno. Nos educan para una vida fácil, con salud y sin demasiados problemas, cuando la misma vida comporta enfermedad, pérdida, dolor. Aún existe mucha gente que no quiere hacerse una revisión médica por miedo a que le encuentren "algo", cuando ese "algo", tratado a tiempo, podría tener una solución. Muchísimas jóvenes veinteañeras no han pasado jamás por un ginecólogo porque les horroriza; muchísimos fumadores no se han planteado nunca que les vean sus pulmones. Y así podríamos seguir porque, hasta hace pocos años, en este país la palabra prevención no estaba en el vocabulario. Y la gente necesita años para adaptarse a ella.

"Yo tenía una melena hasta la cintura y de un día para otro se me cayó. Llevo peluca, pero me la quito en el coche"

Este 19 de octubre se celebró el Día Mundial del Cáncer de Mama, que quiere ser un toque de atención a la sociedad (prevención, hábitos) y también a los gobernantes para priorizar la investigación, cosa tan escasa en España. El Grup d'Ajuda Mama i Salut (gAmis), con la colaboración del hospital Clínico y la Facultad de Medicina de Barcelona, quiso reunir este día ciencia y arte bajo el lema Desmitifiquem el càncer de mama. Hubo conferencias, encuentros y una exposición, La mirada ardent, que se puede ver en el propio hospital hasta el próximo viernes. La mirada ardent nos muestra tres puntos de vista del cáncer de mama: la más objetiva y científica, con esbozos quirúrgicos del doctor Jaime Monner; otra más subjetiva, que reinterpreta desnudos clásicos de mujeres manipulados por el lápiz de Carmen Marcos, y la visión personal y real de la fotógrafa Ariadna Salvador, que desdramatiza la experiencia que viven las mujeres con cáncer de mama. Ariadna organizó una sesión fotográfica de un grupo de ellas que se atrevieron a sacarse la peluca y a mostrar su feminidad sin trampa ni cartón. "Quise reflejar la fuerza y la unión del grupo. Empezamos jugando con pañuelos y al final todas se quitaron las pelucas y vi la esencia de lo que las unía".

Esas mujeres pertenecen a (gAmis), una asociación creada hace cuatro años por un grupo de afectadas. Está vinculada al Clínico y surge de la iniciativa de unas pacientes que coincidieron en las sesiones de prevención del linfedema (hinchazón del brazo) en el servicio de rehabilitación del citado hospital, cuyas sesiones dirige la fisioterapeuta Montse Gironès. Su función primordial es la ayuda mutua entre ellas, el intercambio de experiencias, inquietudes y temores. Pero también se les informa de qué dieta les conviene, de dónde conseguir una peluca, un bañador adecuado, ropa interior, algo que en un cierto momento se puede convertir en un problema angustioso y que ellas resuelven, muchas veces, con un gran sentido del humor, porque son capaces de organizar un desfile de modelos entre ellas. Son unas 150 socias y en su junta hay profesionales de la Unidad Funcional de Patología de la Mama. Es la primera asociación española que vincula directamente un grupo de diagnosticadas con el hospital. Celebran una reunión cada mes en un aula del Clínico y organizan actividades informativas. Yo me reuní con alguna de ellas y la primera cosa que quisieron dejar claro es que esto es una etapa de su vida, por eso las siglas (gAmis) las escriben siempre entre paréntesis.

Montse Gironès, además de fisioterapeuta en la Unidad Funcional de Patología de la Mama, forma parte de la junta de (gAmis). Ella es una de las almas del proyecto. Cèlia Escudero es la presidenta de (gAmis) y me cuenta que antes y después de las sesiones de rehabilitación el grupo charla y comenta dudas. "Hay un tiempo en que sólo sobrevives", explica Mercedes, "pero luego, con el grupo, la depresión desaparece". Helena es una joven que posó en la sesión fotográfica. "De repente dejas de tener el control de tu vida, todo se hunde, pero llega Montse y te habla del grupo y te dejas llevar. Yo tenía una melena hasta la cintura y de un día para otro se me cayó. Me decían que raparse la cabeza estaba de moda, pero es distinto si no lo eliges tú. Llevo peluca, pero me la quito en el coche". Son conscientes de que calvicie es sinónimo de enfermedad. "Ver a una mujer es este estado produce desazón", dice Teresa. No quieren inspirar pena y todas se arreglan más que antes y muchas incluso se sienten mejor. Algunas han probado la marihuana, en galletas o en la ensalada, y hablan de lo mucho que abre el apetito y cómo les ayuda a evitar las náuseas. En un folleto que acaban de editar se refieren al cambio de prioridades que han experimentado, como valorar el tiempo o compartir. Dice Àngels: "Yo, que no tengo tiempo ni para mirar el paisaje, me quedé quieta. Desde entonces ya no corro". El teléfono de (gAmis) es el 687 87 88 18.

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