Respuestas globales

El comportamiento de los inversores se está convirtiendo en un simple reflejo que deja de lado cualquier capacidad de análisis. En un entorno en el que nada cambia y, por tanto, todo empeora un poco más cada día, la apertura de los mercados de valores europeos llega condicionada por lo que haya sucedido antes en Tokio y Nueva York, con lo que la jornada juega con la ilusión de cerrar un círculo en el que la Bolsa permanece abierta 24 horas.

El mantenimiento de los precios del petróleo en zona de máximos históricos no supone ninguna novedad y en algunas ocasiones los inversores han conseguido dejar de lado esa cuestión, pero ayer el precio del crudo recuperó su gran capacidad de influencia debido a las caídas de Tokio y Nueva York, en la apertura semanal y el cierre de la semana anterior, respectivamente.

El Ibex 35 se mantuvo con fuertes bajas durante toda la jornada, hasta perder el 1,70% en el momento del cierre, lo que le devuelve a la zona de los 8.230 puntos, el tiempo que el índice general de la Bolsa de Madrid perdió el 1,53% y cerró en 869,73. En un sentido muy amplio, estos recortes pueden considerarse como una retirada de beneficios o un simple rebote en los niveles de resistencia correspondientes a los máximos anuales, pero ayer era imposible considerar la posibilidad de una respuesta en solitario por parte de algún mercado. La Bolsa de París perdió el 2,12%; Francfort bajaba el 2,05%, y Londres, el 1,10%.

La contratación en el Mercado Continuo mejoró sensiblemente la del pasado viernes al verse forzados los cuidadores a realizar un mayor esfuerzo para dar liquidez a los valores. En total se negociaron 2.901,57 millones de euros, algo más de 1.000 millones aportados por las operaciones institucionales.

La Bolsa de Nueva York abrió a la baja, y a media sesión mantenía un comportamiento más plano. El mantenimiento del precio del barril de petróleo por encima de los 55 dólares y las numerosas incógnitas que plantean las elecciones de la próxima semana mantienen a los inversores alejados de una Bolsa que es un fiel reflejo de la situación de la economía.