El mayor impacto de la última década

Diez años después de fallar un racimo de goles en La Romareda, Raúl presenta una tarjeta con 167 tantos -119 de ellos con sólo un toque- en 360 partidos de Liga. La mejor marca de todos los futbolistas en activo en el campeonato español. En aquel encuentro del 29 de octubre de 1994, Raúl, pese a su falta de puntería, tuvo un impacto innegable. "Ha sido el mejor de mitad de campo hacia adelante. Le faltó puntería, pero su comienzo fue esperanzador", declaró tras el choque Jorge Valdano, entonces técnico del Real Madrid.

El entrenador hispano-argentino se había sacado de la chistera a un mozuelo de 17 años que jugaba con un desparpajo descomunal, aunque en algunos sectores de la crítica su físico huesudo levantaba alguna sospecha. Pero aquel enjuto delantero que jugaba con las mangas de la camiseta abrochadas con las manos tardó muy poco en ajustar el punto de mira. Tan poco que su explosión sentó para siempre a un mito del madridismo, Emilio Butragueño, que sintió en sus carnes más que nadie la premonición que en su día lanzara otro pretoriano del Bernabéu, Fernando Hierro: "Por detrás viene un ferrari que nos superará a todos". Y así ha sido. Aquel chico con aire de jugador de barrio ya tiene un hueco de honor en el libro de oro del Real Madrid y de la selección española. A sus récords ligueros suma otros nada despreciables: con 47 tantos es el máximo goleador en activo de la Liga de Campeones -en total, sólo le supera Di Stéfano, con 49- y es el pichichi de la selección española con 40 tantos en 80 partidos disputados.

A los 27 años, en plena madurez futbolística, Raúl aún está en condiciones de pulverizar unos cuantos registros. Voracidad -una de las cualidades que siempre le han distinguido- no le falta. Puntería y talento, tampoco.