"No podemos meter la cabeza bajo tierra", afirma Baraja

Una larga noche sin dormir y, a la mañana siguiente, unas declaraciones secas y directas: "Hay que mirar hacia adelante, echarle narices y no meter la cabeza bajo tierra. Vamos a llegar heridos al Bernabéu [el sábado, ante el Madrid]". Rubén Baraja, segundo capitán del Valencia, quiso dar la cara a la crisis en que se ha metido su equipo tras el varapalo (1-5) sufrido ante el Inter, el miércoles, en la Liga de Campeones.

Los jugadores valencianistas estaban ayer muy tocados, amedrentados incluso. "Como perdamos en Madrid, la gente nos va a sacar el tema de [Rafa] Benítez y nos va a machacar", se lamentaba uno de ellos. En efecto, la sombra de Benítez, técnico del Liverpool y ex del Valencia, se alargó en Mestalla en la noche del miércoles. Se le empezó a echar de menos, sobre todo por la debilidad defensiva que viene demostrando el Valencia en contraste con la solidez de los anteriores cursos. Ha consentido 19 goles en 13 partidos entre la Liga y la Champions. Y no recibía una zurra tan humillante en casa en Europa desde 1992, en un choque de la Copa de la UEFA ante el Nápoles, dirigido entonces por el actual técnico valencianista, Claudio Ranieri (1-5). Un año después llegó el 7-0 del Karlsruhe que precipitaría la posterior salida del club del presidente Arturo Tuzón.

Para el Inter, la del miércoles supone la mayor victoria en los desplazamientos europeos desde la Copa de Ferias 1960-61, cuando machacó 1-6 al Hannover. Y, por supuesto, es el triunfo nerazzurro fuera de casa más amplio logrado en la Champions. Así lo saboreó ayer el gran héroe de la noche de Mestalla, el delantero Adriano. "Me encantó que me aplaudieran", dijo el crack brasileño.