Paul Nitze, el ideólogo de la guerra fría
Paul H. Nitze, el estadista y diplomático que diseñó la política estadounidense para la guerra fría, murió el martes en su casa de Georgetown, el barrio de Washington que da alojamiento a los apellidos políticos que más representan o han representado en la capital de Estados Unidos. Nitze tenía 97 años. Su familia ha preparado un funeral para el próximo sábado en la Catedral Nacional de Washington. La noticia de su muerte fue difundida por el Colegio de Estudios Internacionales Avanzados que él mismo fundó en la Johns Hopkins University en 1943.
Nacido el 16 de enero de 1907 en Amherst, Massachusetts, se licenció en Humanidades por la Universidad de Harvard en 1928, doctorándose posteriormente en Derecho en la Universidad de John Hopkins.Empezó su carrera alejado de la política. Financiero e inversor en Wall Street, saltó a la política después de la Segunda Guerra Mundial con una fortuna ganada en la Bolsa. Ese salto fue definitivo: trabajó para ocho presidentes en el Pentágono y en el Departamento de Estado.
De Nitze es el diseño ideológico de la guerra fría y la acumulación militar estadounidense en torno a las fronteras de la vieja zona de extensión soviética. En 1950, como principal estratega de política exterior en el Departamento de Estado, Nitze diseñó un plan que mezclaba "pragmatismo y dureza", como él mismo lo definía: "No pensaba que tuviéramos que ir a la guerra contra los soviéticos y no creía que ellos quisieran ir a la guerra contra nosotros. Pero ¿qué podíamos hacer para evitar que su imperio se expandiera y para forzarlos a mirar hacia adentro y ocuparse de sus propios problemas?", dijo décadas después.
Paradójicamente, Nitze fue también el diplomático escogido por Ronald Reagan para gestionar múltiples negociaciones de desarme con la antigua Unión Soviética poco antes de su desintegración. En esa época, sólo cinco años antes del fin del conglomerado soviético, Nitze relató que negociar con ellos era como enfrentarse a una máquina de bebidas estropeada: "Metes la moneda por la ranura, pero no te da nada. Puedes mover la máquina. Puedes hablar a la máquina. Pero sabes que no va a valer de nada. No te va a contestar". Su "paseo por el bosque" en Suiza en 1982 con el negociador soviético, Yuli Kvitsinski, facilitó el acuerdo de desarme de misiles de medio alcance, aunque luego el pacto fue desestimado.
Una de las virtudes políticas de Nitze, según sus biógrafos, fue su capacidad para haberse resistido siempre a los ascensos, lo que le permitía trabajar en un discreto segundo nivel del Gobierno, alejado de la prominencia. Ocupó multitud de cargos a lo largo de cuatro décadas al servicio de la Casa Blanca con presidentes republicanos y demócratas. Él se definía como demócrata conservador, lo que le permitió congeniar a la perfección con Reagan, demócrata en sus tiempos de sindicalista y republicano en sus mandatos presidenciales.
En los momentos más tensos de la guerra fría, Nitze era el intermediario entre las palomas y los halcones de Washington. Ofrecía una visión calmada y sabia: se ha dicho que Nitze es posiblemente, con su larga experiencia en el Gobierno, el estadounidense que mejor conocimiento ha tenido sobre la seguridad nacional de este país.
Para el secretario de Estado, Colin Powell, sentarse a hablar con Nitze era "como tener a Moisés en la mesa: él ya llevaba 50 años de servicio cuando yo estaba tratando de comprender cuál era mi cargo".
Strobe Talbott, antiguo subsecretario de Estado y actualmente presidente de la Brookings Institution, definió a Nitze como "una de las figuras principales en la era de la guerra fría y en la transición hacia la era posterior. Talbot, que escribió un libro sobre Nitze titulado The Master of the Game, habla de este diplomático como "un hombre en el epicentro de las cosas, dentro y fuera del Gobierno. Era un analista concienzudo y un negociador feroz. Aportaba soluciones pero también se oponía con pasión a las decisiones políticas que no compartía".
Jubilado en 1989, se dedicó desde entonces a enseñar y a escribir.-
