Clos intenta paliar las críticas por subir las tarifas con bonos de aparcamiento
El consistorio ofrecerá 1.500 plazas a precios reducidos
Las críticas a la decisión del consistorio de Barcelona subir en la corona central las tarifas de los aparcamientos municipales y los de concesión de Saba a 2,25 euros la hora, lo que supone un aumento del 32% para una estancia de 60 minutos, ha precipitado otra medida que estaba en estudio: la creación de unas 1.500 plazas de aparcamiento en la ciudad con bonos diarios o mensuales con la finalidad de promover la intermodalidad entre el vehículo y el transporte público.
El problema es que parte de esas plazas disuasorias están casi en el centro de la ciudad, por lo que la única ventaja que pueden tener las personas que opten por el sistema de bono diario o mensual será el precio: entre 35 y 40 euros al mes o 3 o 4 euros, según las aproximaciones -que no concreciones- presentadas ayer por el concejal de Vía Pública, Jordi Hereu, y el gerente de Barcelona de Serveis Municipals (BSM), Alfred Morales.
Las 1.500 plazas de aparcamientos de BSM que funcionarán con el sistema de bonos estarán repartidas en varios aparcamientos: el edificio Fórum (800 plazas), Glòries (800), Rius i Taulet (el de la Fira de Barcelona, con 600), Vall d'Hebron (400), el parque del Escorxador (200) y uno con capacidad para 350 coches que se tiene que construir en la Zona Universitaria, junto al tanatorio de Les Corts. De los cinco emplazamientos existentes, sólo dos -el del Fórum y el de Vall d'Hebron- se pueden considerar aparcamientos park and ride, donde el conductor que entra en la ciudad estaciona su vehículo y luego utiliza el transporte público para llegar al centro. Los otros tres están casi en el centro de la ciudad: dos junto a la plaza de Espanya y uno en Glòries. Por tanto, su utilidad es más que relativa.
Todavía tiene que determinarse la fecha exacta de la entrada en funcionamiento de esos bonos, su precio exacto y el periodo mínimo de aplicación del bono, que de momento se sitúa entre cuatro y seis horas. "Son cosas que tenemos que determinar porque se están evaluando", reconocía el gerente de BSM.
La medida, no obstante, fue explicada como un instrumento más de la política de movilidad del consistorio, que quiere penalizar la utilización del vehículo privado y la invasión por parte de éste del espacio público. "Estamos a unos niveles de congestión de tráfico en los que hay que actuar de forma preventiva antes de llegar a una situación de colapso, que es a la que vamos sino adoptamos medidas", insistió Hereu, que negó afán recaudatorio en la regularización de las plazas hasta ahora libres en el centro de la ciudad y en la subida de tarifas de los aparcamientos municipales y los de Saba: "Las tarifas de las plazas municiapes no se habían tocado desde el 2002, cuando se introdujo la fracción de cinco minutos".
Pero las críticas desde la oposición y el sector de los garajes no amainaron ayer, sino todo lo contrario. Xavier Trias, presidente del grupo municipal, calificó de "festival de improvisaciones" una política de movilidad que se gestiona de forma precipitada. Para Alberto Fernández Díaz, del PP, la introducción del bono es una prueba más del desbarajuste municipal.
En opinión de Josep Maria Torres, presidente del gremio de garajes, las medidas anunciadas por el consistorio, como la zona verde de aparcamiento para residentes y el incremento de tarifas, se tenían que haber tomado tras un debate en el sector. "No creo que deba existir competencia entre el sector privado y público, y no estoy de acuerdo en que la decisión municipal obligará a que los privados a bajar las tarifas", dijo Torres.
70 abonados en Glòries
El paradigma de fiasco como supuesto aparcamiento park and ride es el de la plaza de las Glòries, que como máximo ha tenido 70 abonados. Es decir, 70 conductores que entraban en Barcelona con su coche, lo aparcaban y se trasladaban al centro en metro, preferentemente, o autobús.
La cifra fue facilitada ayer por el gerente de BSM, que reconoció que el aparcamiento de Glòries, que entró en funcionamiento en 1992, cuando se construyó el tambor elevado, nunca ha funcionado como tal.
Es más, ese aparcamiemto, de 800 plazas, sólo registra una entrada considerable los días en que abre el mercado de los Encants y los otros días está semidesierto. De ahí que la utilidad actual de esas mismas plazas dentro de una política de bonos pueda ser discutida.
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