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Tribuna
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Puto umbral

Después de tantos años, ¿más de cuarenta, ya?, te encontraste fortuitamente al amigo de la infancia, con quien jugabas a las chapas, en los bordillos de las aceras de las calles de tu barrio, y con quien compartiste pupitre en la escuela de San Antonio, bajo la regla represiva de don Ramón, el maestro tullido y falangista, que os hacía copiar la letra del cara al sol, cien veces, si no te sabías el teorema de Pitágoras o el máximo común divisor, qué tipo aquel y cómo arreaba a los hijos de los rojos, que te lo cuenten a ti, o a tu condiscípulo. Te lo encontraste una noche que te habías tomado unas copas y os reconocisteis al punto, bajo el alumbrado eléctrico de la avenida de las Acacias, cerca de tu casa, y lo invitaste a la penúltima. No quería, pero lo arrastraste con una emoción incontenible: casi medio siglo por medio y toda una ciudad de ruidos y trajines y olvidos. Y en tu casa, bajo el foco de la lámpara de diseño, te diste cuenta de su chaqueta limpia, pero antigua y remendada, de su camisa descolorida y de sus zapatos casi sin suela. Lo percibiste incómodo, aunque solemne, forzaste una sonrisa y le ofreciste de carrerilla: ¿vodka?, ¿ginebra?, ¿whisky? ¿o prefieres mejor, un buen ron añejo? Te miró con dignidad, y respondió: prefiero mejor un buen bocadillo de mortadela, si no te importa. Se lo preparaste en la cocina, mientras se te humedecían los ojos y no sabías ni qué decir. Recordaste cuando te sopló el examen de estado y ambos os matriculasteis en la facultad de exactas. Un día te dijo que se iba a Francia, a Argelés. Me han asegurado que los restos de mi padre están en el cementerio de los republicanos españoles. Y ya no lo volviste a ver, hasta la otra noche. Cuando terminó el bocadillo, te miró con una ternura muy lejana. Ahora, debo irme. No quiso que lo llevaras en coche. ¿Y si quiero verte? Te escribió su dirección en la agenda que le tendiste y te dio un abrazo. Cuando te quedaste solo, viste en la agenda su nombre y una curiosa dirección: Bajo el Umbral de la Extrema Pobreza, número 8.375.462, según fuentes del INE.

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