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La Audiencia había ordenado arrestar al jefe del 11-M ocho meses antes de la matanza

El argelino Allekema Lamari cumplió poco más de la mitad de la pena que le impuso el Supremo

La Sección Tercera de la Audiencia Nacional dictó el 18 de julio de 2003, ocho meses antes de los atentados en los trenes de Madrid que costaron la vida a 191 personas, una orden de busca y captura contra el argelino Allekema Lamari, uno de los supuestos jefes del comando que atentó el 11 de marzo en la capital. La misma sección había condenado en mayo de 2001 a Lamari a 14 años de cárcel por pertenencia a banda armada y había ordenado a la cárcel de Pontevedra en junio de 2002 la "inmediata libertad" del terrorista argelino. Lamari se suicidó en Leganés el 3 de abril pasado junto a otros seis terroristas.

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El argelino Allekema Lamari es, según la última investigación policial, el jefe del comando que perpetró el atentado de los trenes. Se trata de uno de los siete terroristas que se suicidaron el 3 de abril pasado en el piso de Leganés tras ser acorralados por la policía. El cotejo del ADN de los familiares de Lamari con las muestras recogidas en el piso de Leganés confirmó, el viernes pasado, que el séptimo suicida era el argelino, el único de los participantes en el atentado de los trenes con un historial delictivo y penitenciario relacionado con el terrorismo de origen islamista.

La orden de busca y captura dictada por la Audiencia Nacional no tuvo efectos. Allekema Lamari no pudo ser localizado por la policía y acabó suicidándose el 3 de abril pasado en compañía de otros seis terroristas en un piso de Leganés tras haber participado, supuestamente, en la matanza de Madrid.

En noviembre pasado, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) alertó a Interior sobre la posibilidad de que Lamari, ex dirigente del Grupo Islámico Armado (GIA), estuviera preparando un atentado en España y la necesidad de su detención inmediata.

Lamari fue detenido en Valencia en abril de 1997 y condenado a 14 años de cárcel, pero el Tribunal Supremo rebajó su condena a sólo nueve. La Audiencia Nacional ordenó su libertad en junio de 2002, cuando había cumplido poco más de la mitad de la condena impuesta por el Supremo.

Tras una breve estancia en Tudela (Navarra), se trasladó a Madrid, donde el CNI siguió sus contactos con elementos radicales islámicos en los barrios de Tetuán, Lavapiés y la localidad de Leganés, donde se acabaría suicidando.

El CNI pidió el apoyo de las Fuerzas de Seguridad del Estado, ya que con sus medios le resultaba imposible encontrarlo. "Sabíamos que preparaba algo gordo, pero no cuál era su objetivo ni cuándo, aunque las sospechas apuntaban a diciembre de 2003 o enero de este año", señalaron a EL PAÍS fuentes próximas al servicio secreto. El 6 de marzo, cinco días antes de los atentados, volvió a insistir en su peligrosidad.

El CNI planteó al Ministerio del Interior, sin ningún éxito, que la imagen de Lamari se incluyera en el juego de fotografías de sospechosos que a finales de marzo se distribuyó a los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado para su localización inmediata.

Las huellas dactilares del argelino se hallaron en un libro de rezos coránicos, recuperado entre las ruinas del inmueble de Leganés. El perfil genético de Lamari fue hallado también en un pañuelo en el interior del Skoda encontrado el 13 de junio por la policía en las cercanías de la estación de Alcalá de Henares (Madrid) y que, a la vista de este dato, debió ser aparcado antes del suicidio colectivo del 3 de abril, pese a que la versión oficial pretende que lo fue más tarde.

Por último, el CNI identificó a Lamari como uno de los tres hombres que aparecían en la cinta de vídeo descubierta en el piso de Leganés en la que se amenazaba con nuevos atentados.

Lamari fue detenido en abril de 1997 y condenado por la Sección Tercera de la Audiencia Nacional en mayo de 2001 a 14 años de cárcel por pertenencia a banda armada, tenencia ilícita de armas y tenencia de materiales e instrumentos destinados a la falsificación de documentos oficiales.

Lamari recurrió ante el Tribunal Supremo, que redujo la pena de 14 a nueve años de cárcel. Sólo 20 días después de esa sentencia, la Audiencia Nacional ordenó al director del centro penitenciario de A Lama (Pontevedra) la "inmediata libertad" del argelino Lamari. Un año después de esa libertad, la Audiencia Nacional dictó, sin éxito, una orden de busca y captura.

Entre los hechos probados de la sentencia que condenó a Lamari se apuntaba la pertenencia del argelino al grupo terrorista GIA, "una organización argelina de carácter fundamentalista que posee una estructura estable y permanente, que basa su actividad terrorista en los postulados ideológicos de recurrir a la práctica de la Jihad (Guerra Santa) para lograr el acceso al poder político y el establecimiento de la Ley Islámica para así derogar el sistema político vigente, ejecutando a las personas que en base a su interpretación subjetiva sean hostiles al islam, desarrollando sus actos tanto en Argelia como en el exterior".

El edificio de Leganés donde se suicidaron los presuntos terroristas del 11-M.
El edificio de Leganés donde se suicidaron los presuntos terroristas del 11-M.MANUEL ESCALERA

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