El Ayuntamiento de Barcelona, obligado a cerrar su red municipal de Internet sin hilos

El Ayuntamiento de Barcelona se ha visto obligado, por exigencia de la normativa de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), a dejar fuera de servicio su red sin hilos (Wi-Fi) que permitía, en las proximidades de las sedes de distrito, acceder gratuitamente a 60 páginas web municipales con información de la ciudad. Para seguir con esta actividad, la CMT advierte al Ayuntamiento de Barcelona que debe constituirse como operadora y que el sistema se autofinancie sin dinero público. En el caso de no cumplir, el consistorio podría ser sancionado con una multa por competencia desleal.

La red Wi-Fi, denominada Barcelona sense fils als districtes, empezó a funcionar el pasado 15 de enero y consistía en 11 puntos de acceso situados físicamente cerca de las sedes de los distritos de la ciudad a los que se podía acceder gratuitamente a través de un ordenador portátil o una agenda electrónica sin necesidad de conectarse con cable. Su cierre se produjo sin ruido aprovechando las vacaciones.

El apercibimiento de la CMT se produjo a pesar de que la instalación no permitía navegar libremente por Internet, sino sólo por esas 60 páginas de información de servicios públicos y el portal Bcn.es para que los ciudadanos pudieran realizar gestiones como leer un correo electrónico, leer los diarios oficiales o buscar un recorrido en transporte público.

"Ya pensamos que podríamos llegar a estar situación y por eso limitamos el acceso a las páginas municipales. Consideramos que Internet debe ser reconocido como un derecho universal. La CMT nos comunicó que nuestra actividad suponía una competencia desleal a las operadoras. Ante la imposibilidad de solucionar la situación, hemos cerrado la red antes de que nos pusieran la multa", explicó ayer Marc Puigdomènech, miembro del Área de la Ciudad del Conocimiento.

La CMT explicó ayer que simplemente alertó al Ayuntamiento de la obligación de seguir las reglas de la competencia. Financiando el servicio con dinero público, argumentó la CMT, se podían vulnerar esas reglas. Puigdomènech dijo que los antecedentes no eran muy halagüeños. La CMT abrió un expediente sancionador hace unos días al municipio granadino de Atarfe por no notificar el despliegue de esta red de Internet de alta velocidad. Atarfe fue sancionado con 5.000 euros de multa. Puenteareas (Pontevedra) ha sido multada con 9.200 euros por el mismo motivo.

El consistorio catalán ha defendido desde el principio el interés público del proyecto. "Ante la posibilidad de que nos multaran con un euro por habitante, como le sucedió a Atarfe, decidimos cerrar el servicio temporalmente para tener tiempo de hallar una salida a estas dificultades legales", afirmó Puigdomènech.

El Ayuntamiento estudia ahora una solución para reactivar el proyecto autofinanciándose, pero sin que tengan que pagarlo los ciudadanos. Aprovechar el patrocinio de alguna empresa podría ser una solución. De momento, la página de Barcelona sense fils permanece inactiva.

El aviso llega en medio de la polémica que se ha desatado en torno a la CMT después de que su presidente, Carlos Bustelo, se haya opuesto a mudar su sede de Madrid a Barcelona.