_
_
_
_
MOTOCICLISMO | Gran Premio de Australia
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El heredero

Quince años después del segundo título conquistado por Sito Pons, un corredor español vuelve a ser campeón del mundo en 250cc. Muchos aficionados tienen aún presentes aquellos Mundiales del 88 y 89 por la fuerte rivalidad entre Pons y Joan Garriga, pero sólo los hoy cincuentones recuerdan que hace cuarenta años otro piloto, originario como Pedrosa de Sabadell, acaparaba la atención de todos con serias posibilidades de lograr la corona. Su nombre era Ramon Torras y corría con una Bultaco en 125 y 250cc. Pese al tiempo transcurrido no son pocos los que guardan una vívida imagen de él. "Era muy popular en Italia, donde ganó muchas carreras. Era la elegancia en persona pilotando una moto, ¡finísimo! Ángel Nieto, entonces un chaval, lo adoraba" escribió el ex director de Motociclismo, Javier Herrero. Batiendo a Tarquinio Provini y su Benelli de cuatro cilindros, a las todopoderosas Honda oficiales de Taveri y Redman, y a las veloces Yamaha de Ivy y Read con una humilde monocilíndrica de admisión clásica, el deportista catalán asombró al mundo por su excepcional talento sobre la moto tanto como lo haría poco después otra malograda figura, Santiago Herrero, sobre una Ossa 250. "Tenía una clase especial de pilotaje, unas dotes innatas que le hacían el mejor de la parrilla", declaraba su jefe directo Paco Bultó, abuelo de Gibernau.

Más información
Pedrosa entra en la historia

"Por entonces las Bultaco eran buenas motos, sin duda, pero no corrían tanto como aquellas, y a pesar de todo les ganó. Recuerdo a Ramon pasándolos a todos por fuera en la parabólica de Monza; nos impresionaba tanto que sentíamos miedo". A sus 22 años, cuatro veces campeón de España, Torras tenía la escena motociclista internacional pendiente de él. La temporada anterior había disputado 53 carreras nacionales y 17 en el extranjero ganando más de la mitad, e iba cuarto en el Mundial cuando se mató, el 30 de mayo de 1965, al estrellarse contra un árbol en una prueba local en Comarruga, cerca de Tarragona.

Los tiempos han cambiado, la técnica ha evolucionado y con ella la forma de conducir una moto en un circuito. Por su estilo de pilotaje, fogoso y exhuberante, quizá haya más de Torras en Elias que en Pedrosa. Algunos expertos sostienen que aquél no hubiera arriesgado tanto con una máquina en igualdad de condiciones con sus rivales, pero esto es algo que nunca sabremos. Sí podemos constatar, en cambio, que además de su discreta estatura física, un carácter más bien retraído y la firme voluntad de vencer, existe otro rasgo común entre Ramon y Daniel: ese instinto asesino absolutamente imprescindible que distingue a un buen piloto de un campeón mundial, potencial o proclamado. Ramon Torras tiene ya su heredero.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_