La UPV no llevará su clínica odontológica a Bilbao la Vieja

El equipo rectoral de la Universidad del País Vasco (UPV) ha frenado el proyecto que preveía trasladar la Clínica Odontológica, actualmente ubicada en el campus de Leioa, al barrio de Bilbao la Vieja. El plan comenzó a fraguarse en mayo de 2002, durante el mandato del anterior rector, Manuel Montero, y cuenta con el respaldo de la dirección de la clínica y el Ayuntamiento de Bilbao, propietario de los terrenos.

El consistorio había reservado la cesión de unos 2.000 metros cuadrados para el edificio universitario en la plaza de la Cantera, por considerarlo un empujón para la rehabilitación de este barrio deprimido. Tras varias conversaciones entre miembros del equipo de Montero y representantes municipales, el actual concejal Eduardo Maíz, presidente delegado de la Alcaldía en la Mesa por la Rehabilitación de Bilbao la Vieja, estaba pendiente de retomar los contactos en la creencia de que el acuerdo proseguía y el retraso tenía que ver con el cambio de gobierno universitario. "Seguíamos trabajando la idea", ha señalado.

El director de la Clínica Odontológica, Javier Ruiz, uno de los gestores del proyecto, recuerda que el criterio del centro siempre ha sido formar a los futuros profesionales, pero también contribuir a la mejora de la calidad asistencial de la población. "En este caso, además, mejorarían las condiciones de trabajo de los médicos-profesores, que sufren la falta de espacio en las actuales instalaciones. Y, por supuesto, facilitaría la atención odontológica a personas que tienen dificultad en acceder a los dispositivos sanitarios", señala. Alumnos de la UPV y otras muchas personas se benefician de las prácticas que realizan los alumnos de la clínica al recibir asistencia odontológica a precios muy reducidos.

De manera muy diferente se manifiesta el Colegio Oficial de Odontólogos de Vizcaya, que califica la idea de "descabellada" y sostiene que la apertura de la clínica en la ciudad sería "competencia desleal", al ofrecer precios muy por debajo de los del mercado, arguye su presidente, Salvador Landa.

El equipo rectoral, a cuyo frente está ahora Juan Ignacio Pérez Iglesias, se limita a decir que la Universidad "nunca ha tenido noticias del proyecto" y que referirse al mismo "sólo es pura especulación", según indicó un portavoz del Rectorado a preguntas de este periódico. Tal aseveración choca con las referencias a la oportunidad del traslado y otros detalles recogidos en documentación oficial de la propia Uiversidad del País Vasco.

El actual rector, contrariamente a su antecesor, sería muy crítico con la totalidad del plan que implica a la UPV en la rehabilitación de Bilbao la Vieja, y que incluye la construcción de una residencia de estudiantes, recientemente abierta, y la posibilidad de impartir en el barrio algún ciclo de Bellas Artes.

Profesores de la Clínica Odontológica y dentistas colegiados, que piden que no se les identifique, critican el cambio de planes y se muestran especialmente molestos por el argumento de la supuesta "competencia desleal" esgrimido por el colegio de dentistas. Recuerdan que, hace un año, Salvador Landa, su presidente, lanzó un ataque similar contra la clínica odontológica, que fue "tajantemente contestado" por Montero.

"Es extraño que invoque ahora una competencia desleal para referirse a las labores asistenciales que se realizan en este centro docente desde hace más de un cuarto de siglo y que conoce perfectamente Landa, ya que también es profesor desde su puesta en marcha", argumentan. Por el contrario, prosiguen, "el Colegio de Dentistas no actúa con la misma contundencia contra otros servicios dentales que proliferan en la provincia y que sí suponen una fuerte competencia desleal que afecta más a los odontólogos que ejercen por cuenta propia".

La junta del Colegio de Odontólogos envió a finales de julio pasado una carta al rector en la que le expresaba su seguridad en que "el asunto sería reconducido". José Ignacio Bernaola, gerente del órgano colegial, ha confirmado que el proyecto posibilita precios por debajo de los del mercado y un servicio equiparable al de cualquier centro privado y se remite a la misiva en la que Landa alude a que "bajo el uso superficial de la palabra social", la clínica se alejaría de su vertiente académica. Landa llega a apuntar una "dudosa legitimidad deontológica".