Versos comestibles

"SE SIENTA a la mesa y escribe / 'con este poema no tomarás el poder' dice / 'con estos versos no harás la Revolución' dice / 'ni con miles de versos harás la Revolución' dice / y más: esos versos no han de servirle para / que peones maestros hacheros vivan mejor / coman mejor o él mismo coma viva mejor / ni para enamorar a una le servirán / no ganará plata con ellos / no entrará al cine gratis con ellos / no le darán ropa por ellos / no conseguirá tabaco o vino por ellos". En un disco reciente del grupo musical Gotan Project, la actriz Cecilia Roth lee -"sobre una milonga electrónico-tanguera"- estos versos de 'Confianzas', un poema escrito en los años setenta por Juan Gelman, que en 1962 había publicado un libro titulado, precisamente, Gotán. Para pagarse el pan y el tabaco que fuma, que es mucho, Gelman ha sido de todo: "Empleado, camionero, vendedor de autopartes, periodista". Hijo de emigrantes ucranianos, también la vida y la literatura le llevaron a ser de todo: miembro de los montoneros -que, como la dictadura militar, terminarían condenándole a muerte, "sin resultado aparente"-, exiliado, traductor y libretista de ópera. Autor de títulos ya clásicos como Los poemas de Sidney West o Cólera buey, hoy es uno de los poetas más populares de Latinoamérica. En 1992, el cine le llevó la contraria a los versos de 'Confianzas': el protagonista de El lado oscuro del corazón, la película de Eliseo Subiela, cambiaba en un restaurante poemas de Juan Gelman por un trozo de asado.