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Reportaje:

12 tumbas sin nombre

Los cadáveres sin identificar del naufragio de Rota en 2003 son enterrados por el rito musulmán

Intentaron alcanzar su sueño pero no llegaron a tocar tierra. El 25 de octubre de 2003, una patera con más de 50 inmigrantes naufragó a 200 metros de la costas de Rota (Cádiz). Lo que parecía un suceso sin trascendencia (la Guardia Civil pensó que los inmigrantes habían llegado sanos cuando encontró la lancha en la costa) se tornó en la mayor tragedia de la inmigración en España. Durante más de una semana, el mar devolvió los cuerpos. Al final, 37 cadáveres acabaron en el tanatorio de Los Barrios (Cádiz). Ayer, 12 de los últimos cuerpos fueron enterrados en lápidas sin nombre en dirección a la Meca. El último será sometido a nuevos análisis para identificarlo.

Tras el naufragio, comenzó el lento y pensoso trámite de la repatriación. Algunos de los náufragos llevaban documentación (los inmigrantes suelen llevar el carné de identidad porque saben que sin él su vida será imposible en Europa). Los que tenían papeles, fueron reclamados por sus familiares y repatriados a Marruecos.

Los cuerpos fueron rescatados en varios pueblos; estaba en duda quién debía enterrarlos
Acudieron políticos de la zona, pero ningún representante del consulado marroquí

Otros fueron identificados gracias a los análisis de ADN practicados a sus familiares en Casablanca tras el acuerdo entre el Gobierno español y el marroquí y también fueron enterrados en Marruecos. La mayoría procedía de la zona de Beni Mellal, en el centro de Marruecos. En un año y como un continuo goteo, fueron repatriados 24 cadáveres. Sólo 13 cuerpos permanecían en la cámara frigorífica del tanatorio.

Ayer, 11 meses y 21 días después de la tragedia, 12 de los cadáveres sin nombre fueron enterrados bajo el rito musulmán en Los Barrios (Cádiz). Eran algo menos de las 10.00 cuando los féretros con los cuerpos de los inmigrantes -todos jóvenes de entre 20 y 30 años- comenzaron a llegar al lugar de la ceremonia. Allí esperaba el imán de la mezquita Al-Houda de Algeciras, Mohamed Al-Omrani, junto a una decena de compatriotas que querían rendir un último homenaje a las víctimas. Al acto acudieron también autoridades españolas como el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Sebastián Saucedo, el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras, Francisco Espinosa, el presidente de la mancomunidad de municipios del Campo de Gibraltar, Juan Montedeoca, o el alcalde de los Barrios, Alonso Rojas. También había representantes sindicales y de ONG.

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No asistió ningún representante del consulado de Marruecos en Algeciras. El gerente de la fundación municipal de ayuda al inmigrante y los pueblos refugiados, el saharaui, Yahadih Sidi Mohamed, calificó de "lamentable" la ausencia de representantes consulares del reino de Marruecos.

La breve ceremonia oficiada por el imán Mohamed Al-Omrani consistió en la lectura de un versículo del Corán, habitual en los enterramientos islámicos. En él se invita a la seriedad de los asistentes y se asegura que "Dios ha creado al ser humano y a él se le deben todas las aportaciones que recibe la persona. Por eso, Dios recibe al ser creado y así vuelve con él". El imán, en su oración, recordó que "la muerte es el destino de todo el mundo", por eso pidió a Dios "que acogiese a los 12 fallecidos en su seno", para concluir dando el pésame por lo ocurrido.

Tras la función religiosa, los féretros fueron introducidos uno a uno, orientados hacia La Meca. Los nichos quedaron sellados con lápidas en las que se pueden leer los números identificativos con los que fueron marcados los indocumentados. En todas las lápidas, una inscripción: "Naufragio de Rota. 25-10-2003. Rota 05".

De los 12 inmigrantes enterrados ayer, ocho fueron localizados en Rota, tres en el Puerto de Santamaría y uno en Cádiz. La dispersión de los cuerpos originó un triste litigio sobre quién debía enterrar a los inmigrantes. El Juzgado número 1 de Rota (que ha instruido el caso) ordenó en agosto enterrar los cadáveres porque había pasado el plazo para enterrarlos. El Ayuntamiento de Los Barrios, dueño de la mitad del tanatorio, recurrió porque consideró que debían ser enterrados en los lugares donde fueron encontrados (para que los municipios pagasen parte del gasto). El 6 de octubre, la Junta de Andalucía y el Gobierno acordaron correr con los gastos del entierro.

El caso tiene otra vertiente judicial. El acusado de patronear la patera, Hamic Chejchih, de 25 años, espera juicio en la cárcel. El fiscal pide 117 años de prisión para el supuesto patrón. Le acusa de 37 homicidios imprudentes. En febrero, la juez archivó el caso sobre la posible negligencia en el rescate. Los servicios de salvamento tardaron 52 minutos en zarpar a por la patera debido a la falta de barcos y a la descoordinación entre cuerpos.

Con los entierros de ayer, no acaba la historia del naufragio. El alcalde de Los Barrios explica que "el único cadáver que aún no ha recibido sepultura de los 37 que fueron recuperados tras el naufragio, se encuentra en el tanatorio de la ciudad en espera de que concluya el proceso de identificación". El cadáver pertenece a un inmigrante que había cruzado el estrecho de Gibraltar en varias ocasiones. Sus huellas figuraban en los archivos policiales con distintos nombres. Ante el descubrimiento, la juez del caso decidió intentar localizar en Marruecos a los familiares para que se hiciesen cargo del cuerpo. La búsqueda continúa. Si no aparece la familia, habrá otra tumba sin nombre en Cádiz. Otra víctima anónima.

Entierro de 12 inmigrantes muertos en el naufragio de una patera en Rota el 25 de octubre de 2003.
Entierro de 12 inmigrantes muertos en el naufragio de una patera en Rota el 25 de octubre de 2003.JOSÉ BIENVENIDO

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