Prisión para el último detenido tras la desarticulación de la cúpula etarra

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu envió ayer a prisión a José Luis Beotegi, el último de los ocho detenidos en la operación abierta tras la desarticulación de la cúpula de ETA. El juez le acusa de pertenencia a banda armada. El arrestado negó formar parte de ETA, pero admitió haber participado en actos concretos en favor de la banda "como favores personales".

Beotegi reconoció haber actuado como intermediario en la recaudación del llamado impuesto revolucionario. También reconoció haber ocultado en su casa de Francia, donde residió hasta el año pasado, a miembros de ETA entre 1999 a 2003, entre ellos al camionero Pedro María Alcantarilla, detenido en Burgos en esta operación, y a su esposa, arrestada en Urrugne (Francia).

Beotegi admitió asimismo que pertenecía al llamado aparato de mugas, encargado de facilitar a los etarras huidos el paso de la frontera entre España y Francia, y ayudó a pasarla a los miembros del comando Ustargi.

Beotegi explicó al juez que había entregado a ETA pasaportes para ser falsificados, que proporcionaba nombres de personas susceptibles de ser captadas para la banda, y que en una ocasión dio el de un amigo suyo.