El veto del diablo
No hay un solo día que los telediarios no me den la comida. Desde aquí pediría que no pusieran más imágenes de las cruentas salvajadas y canalladas que se están produciendo en Irak, Afganistán, Palestina, Somalia...No puedo soportar ver a niños destrozados, sangrando. Tienen por despertador una bomba y les han robado el futuro. Me parece injustísimo que mientras yo doy de comer a mi hijo viendo la televisión, otros niños que nada tienen son salvajemente asesinados, mutilados. Maldita sea, ¿es que el asesinato, la extorsión, el exterminio, todos tienen cabida encubiertos en la Política? ¡Qué paradoja! La política nació para servir y administrar al pueblo como forma de organización y no es más que un nido de cuervos donde anidan las especies más indeseables. Un día unos terroristas de raza árabe tumbaron el símbolo patrio de los americanos y éstos, movidos por la venganza, asolaron Afganistan. Pero como no pudieron entregar el trofeo a sus fieles, destrozan un país, Irak, porque les da la gana, provocando miles de muertos, asesinando a seres indefensos, destrozando una cultura.
En EE.UU, dijo el otro día el todopoderoso Bush, continuador de la obra de su padre, que seguirán persiguiendo por el mundo entero a los terroristas para matarlos y borrarlos del mapa. Esta es la concepción del Estado de Derecho para estos salvajes, y secundada por unos cuantos salvajes más entre los que se encuentra el Profesor Ansar, que por recompensa de la sangre y el dolor de un pueblo ha obtenido un atril en la Universidad de Georgetown y encima cuenta con el apoyo incondicional de todo el PP.
He leido que en Francia se ha procesado a una pareja porque invitaron a cenar a un amigo que tomó unas copas y cuando se marchó en su coche tuvo un accidente y murieron 5 personas. A la pareja la juzgan por permitir que se fuera bebido en el coche y no evitar el accidente. ¿Qué habría que hacer con todos estos políticos que han causado tantas muertes por connivencia con el cawboy? Para terminar, retomo el título de esta carta y se me viene a la cabeza de nuevo la imagen de multitud de niños en su casa de Palestina, durmiendo inocentemente y que son brutalmente bombardeados. Todo por la ira de un gobierno asesino, el israelí, que está eliminando a todo un pueblo. Y de nuevo los dueños del mundo, los americanos, paralizan una resolución en la ONU por medio de un veto: dicen sí al asesinato indiscriminado de personas, dicen sí al holocausto de un pueblo, el palestino, y no pasa nada. Está claro: en Política vale todo, hasta el veto del Diablo.
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