"Al PP sólo le preocupan sus divisiones y su liderazgo"
Tras 15 años en las catacumbas, el entusiasmo empieza a aflorar en el PSdeG-PSOE. "El cambio en Galicia es inexorable. Ya no se puede parar", proclamó el líder del partido, Emilio Pérez Touriño, investido por aclamación candidato socialista a la Xunta. Los dirigentes del PSOE, desde la dirección federal hasta las agrupaciones locales gallegas, transmitían ayer la misma convicción en las conversaciones de pasillo. Todos acababan de oír cómo lo ratificaba también José Luis Rodríguez Zapatero. "No tenemos inconveniente", afirmó el secretario general del PSOE, "en hacer autocrítica del pasado y en reconocer que no siempre el PSdeG ha estado a la altura de los tiempos. Pero esta vez va en serio. Y va por todos".
Tanto Zapatero como Touriño se mostraron cautelosos en sus escasas referencias al presidente de la Xunta, Manuel Fraga, aunque tampoco faltaron las alusiones a la batalla interna desatada en las últimas semanas en el PP gallego. El más explícito fue el presidente del Gobierno, quien señaló: "El PP piensa en todo menos en Galicia, en los gallegos y en el futuro. Hoy el PP sólo piensa en sus divisiones internas y en el futuro de su liderazgo".
Touriño aludió a Fraga para recordar que éste, en el reciente debate parlamentario sobre el estado de la autonomía gallega, había citado a Voltaire para reafirmar que cuantos más años cumple más necesita estar ocupado. El dirigente socialista le replicó con otra frase del escritor francés: "La pasión de dominación es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano". Frente a un Fraga que pretende optar el próximo año a una quinta victoria en las elecciones autonómicas, Touriño anunció que en la propuesta de reforma del Estatuto que preparan los socialistas gallegos se incluirá la limitación de un máximo de dos mandatos para el presidente de la Xunta.
Ambiente de precampaña
De no variar Fraga el calendario electoral, los comicios autonómicos se celebrarían dentro de un año. Pero Galicia vive un ambiente de precampaña al que no pudo sustraerse Zapatero, quien incidió en el carácter "trascendental y decisivo" de las elecciones autonómicas, en las que dio por descontada la derrota del PP frente a la "valentía" y "confianza" de los ciudadanos gallegos. A todos ellos les pidió el secretario general del PSOE que no olviden el "poco respeto" con que los trató el Gobierno de Aznar durante la catástrofe del Prestige. Y a sus compañeros de partido los emplazó a que perseveren en su línea "galleguista".
Zapatero también se afanó por desmontar la ofensiva de la Xunta y del PP gallego, en algunos casos secundada por los nacionalistas, para demostrar que el Ejecutivo está incumpliendo los compromisos del Plan Galicia suscritos por sus antecesores. El presidente reiteró que los próximos Presupuestos del Estado serán para Galicia "los mejores de la historia de la democracia", con un aumento del 20% en las inversiones en infraestructuras.
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