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La asignación de profesores lleva el caos al inicio de curso en Portugal

La comisión parlamentaria formada por el Gobierno portugués para depurar responsabilidades por el caótico inicio de curso comienza sus tareas mañana. El fallo de un nuevo sistema empleado para recolocar a cerca de 50.000 profesores de todos los niveles de enseñanza ha retrasado el inicio del curso más de dos semanas. Hasta el miércoles pasado no pudo arrancar el año lectivo con normalidad en el total de las escuelas lusas. Los sindicatos educativos y el Partido Socialista, en la oposición, consideran, sin embargo, que las aulas no funcionarán libres de problemas hasta diciembre. Entre 500.000 y 800.000 alumnos han resultado afectados.

El Ministerio de Educación portugués, responsable del retraso, ha culpado al programa informático desarrollado por una empresa privada que se encargaba de recolocar a los profesores. El año pasado el Gobierno decidió centralizar este proceso para evitar favoritismos y desplazamientos absurdos. Las primeras listas de ordenación de los 110.000 candidatos a docentes, publicadas en mayo pasado, ya estaban llenas de errores -desencadenaron más de 30.000 quejas- y tuvieron que ser anuladas. A partir de entonces, fueron varias veces revisadas y cada nueva fase sufrió enormes retrasos por errores inexplicables o por un bloqueo del sistema informático. Ya antes del verano, el anterior secretario de Estado de Administración Educativa, Abílio Morgado, reconocía que se trataba "de errores primarios, incomprensibles, inaceptables en el funcionamiento de cualquier administración".

Error informático

Los profesores acabaron por ser colocados el 28 de septiembre, tras la contratación de un equipo informático independiente que desbloqueó el programa. Ahora falta aún contratar a miles de profesores no vinculados al ministerio.

Según algunas fuentes, hubo fallos de comunicación entre la empresa informática (Compta) y los servicios del ministerio, que no explicaron correctamente los criterios que deben ser ponderados en la colocación de los profesores. La empresa afirma lo mismo. Otras voces denuncian que esta empresa está en manos de dirigentes y personas cercanas al Partido Socialdemócrata, en el poder, y que sus capacidades para construir el software adecuado fueron bien analizadas.

Para los sindicatos, el problema está en las reticencias del Gobierno para "estabilizar el cuerpo docente". Los profesores que no forman parte de la plantilla de una escuela -interinos- están obligados a entrar siempre en el concurso nacional de colocación.

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