"EE UU nunca ha tenido una política económica tan irresponsable como ahora"
Gurú de Harvard, asesor del secretario general de la ONU, Kofi Annan, y azote del Fondo Monetario Internacional (FMI), el economista Jeffrey Sachs (Detroit, 1954) ocupa uno de los puestos de honor del pensamiento económico actual. Con las elecciones de Estados Unidos a la vuelta de la esquina, Sachs no duda en atacar con dureza a la Administración de Bush, con una crítica directa a la ecuación que relaciona bajada de impuestos, reducción de las prestaciones sociales e incremento del gasto militar. "EE UU nunca ha tenido una política económica tan irresponsable como ahora", sostiene. Sachs, que ha participado en el Foro Urbano Mundial celebrado en el Fórum de Barcelona, extiende sus críticas al FMI por la gestión de las crisis en las que participa, y lanza un aviso a Rodrigo Rato: "Tiene que decidir si representa al mundo o sólo a los países más ricos".
"Rato tiene que decidir si representa al mundo o sólo a los países más ricos"
"Los ricos se han ahorrado decenas de miles de dólares por recortes de impuestos"
Pregunta. Con el precio del petróleo en máximos históricos, ¿es optimista respecto a la evolución de la economía?
Respuesta. EE UU no presenta síntomas de recesión, pero sí de lento crecimiento. Podría sufrir las consecuencias de una posible crisis energética como resultado de las incertidumbres sobre la situación geopolítica. Con el barril de crudo a 45 dólares se va producir una desaceleración el consumo, pero no es probable que tenga efectos más allá de un punto de PIB. Lo que sí preocupa es lo equivocadas que pueden estar las predicciones a corto plazo: el encarecimiento del petróleo no se ha anticipado. No sería extraño que una nueva crisis elevara el precio del barril hasta los 60 dólares. Esto pone de manifiesto la gran incertidumbre actual. Si Bush gana las elecciones, entra dentro de lo posible que se produzcan tensiones con Irán, y que la guerra se extienda en Oriente Medio. Todo es posible.
P. Al margen de los conflictos internacionales, ¿qué opina de la gestión económica de George W. Bush durante los últimos cuatro años?
R. Estados Unidos nunca ha tenido una política económica tan irresponsable como ahora. Bush ha llevado a cabo tres grandes recortes de impuestos y ha aumentado el gasto militar. Cuando llegó a la Casa Blanca se encontró con un superávit que sobrepasaba el 1% del PIB y ahora carga con un déficit que ronda el 5% del PIB. La estrategia de Bush consiste en no pensar en el futuro. Se trata de decirle a la gente algo así como "tenéis 50 dólares más en el bolsillo", y a la vez de esconder que los ricos se han ahorrado decenas de miles de dólares por los recortes de impuestos. Los trabajadores no son conscientes de que, cuando llegue el momento de acabar con el déficit, serán ellos los que pierdan las prestaciones sociales.
P. ¿Se puede mantener esa rebaja de impuestos y a la vez incrementar el gasto militar?
R. No sé si es posible superar toda esta locura en tiempos electorales, pero lo que está claro es que habrá que dar marcha atrás en todos esos recortes, porque no son sostenibles. Estados Unidos necesita ingresos para la Seguridad Social y el sistema sanitario. La Administración Bush promete a los contribuyentes que pagarán menos impuestos, que tendrán más prestaciones sociales y que vivirán en un mundo más seguro. Pero no les está ofreciendo nada de eso.
P. ¿Le satisface más el programa demócrata?
R. Es mejor que el de Bush, pero no necesariamente coherente. Kerry está tratando de ganar unas elecciones y promete más de lo que realmente puede hacer, sin llegar a los desmanes de Bush. El programa demócrata, por ejemplo, dice que hay que subir los impuestos de los más ricos y extender las coberturas sociales a los menos favorecidos. Hay también mucho proteccionismo en los planes de Kerry. Pero, en general, sus propuestas son más sensatas.
P. En los últimos años se ha ensañado con el FMI y el Banco Mundial. ¿Qué papel deben jugar esas dos instituciones?
R. Las sedes del FMI, el Banco Mundial, la Casa Blanca y el Departamento del Tesoro de EE UU están en la misma calle de Washington, Pensylvania Avenue. No sé si Rodrigo Rato
[el nuevo director gerente del Fondo] es consciente de ello, pero Estados Unidos domina con mano de hierro estas instituciones con recetas erróneas: manda al FMI a los países más pobres para que imponga austeridad. Les dicen, por ejemplo, que tienen que recortar la sanidad, cuando lo que debe hacer el FMI es ir al Tesoro y presionarle para que ayude a estos países a pagar su sanidad.
P. ¿Puede Rato modificar ese talante?
R. Mister Rato tiene que decidir si representa al mundo o sólo a los países más ricos. Es una elección tanto personal como política. Pero lo normal es que el FMI permanezca bajo el control de la Administración estadounidense. Espero que Rato encuentre el espacio político necesario para solucionar este problema.
P. Hace algunos años dijo que ésta es la primera generación capaz de erradicar la pobreza en el mundo en un plazo razonable de tiempo. ¿Sigue siendo tan optimista?
R. Estoy más convencido que nunca, pero no estoy diciendo que se pueda eliminar toda la pobreza. Seguirá existiendo gente con muy pocos ingresos, pero yo me refiero a aquellos que no tienen nada que llevarse a la boca, los que no pueden ir al médico y no tienen acceso al agua potable. Actualmente hay 1.000 millones de personas sumidas en la pobreza extrema.
P. ¿Cree que los objetivos del milenio marcados por la ONU para fomentar el desarrollo se pueden llegar a cumplir?
R. Sin lugar a dudas. El año fijado para hacerlo es 2015 y todavía queda mucho tiempo, aunque algunas cosas tienen que cambiar: hay muchos países que no están en la senda adecuada para cumplir los objetivos. El año 2005 es crucial; los líderes de los países ricos se reunirán en septiembre en la ONU, y los gobiernos francés y británico han dicho que trabajarán para que los objetivos se puedan cumplir. El próximo año será una oportunidad para decir: queremos un enfoque pacífico para solucionar los problemas del mundo. España debe jugar un papel clave, vive en primera persona los retos de la inmigración y conoce la diferencia entre enfocar los problemas de manera bélica o pacífica. Europa tiene que hacer lo que Estados Unidos no ha hecho, y sobre todo, salvar a este país de sus peores instintos.
P. ¿A qué se refiere?
R. Le pondré un ejemplo: Bush dedica 450.000 millones al presupuesto militar y 15.000 millones a ayuda al desarrollo. Es una elección política estúpida, porque no está proporcionando más seguridad, sino más desconfianza.
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