_
_
_
_
Reportaje:AJEDREZ | La Olimpiada comienza el próximo jueves en Calviá (Mallorca)

El gran mosaico

España, sede por primera vez de una competición que reúne a 1.500 jugadores de 140 países

Leontxo García

Ninguna competición, excepto los Juegos Olímpicos, tiene tantos participantes y tan variados bajo el mismo techo. Para la gran mayoría de ellos, la Olimpiada de ajedrez es, ante todo, una enorme fiesta bienal que promueve durante dos semanas el deporte mental por excelencia. Además, las grandes potencias alinean a sus mejores jugadores en busca de medallas. Calviá (Mallorca) será desde el próximo jueves la primera sede española en 80 años de historia y la selección masculina española podría estar cerca del podio.

A un lado de la mesa, mujeres iraníes con velos negros de cuerpo entero; al otro, suecas en camiseta ceñida. En medio, un tablero blanquinegro con 64 escaques y 32 piezas que une a hombres y mujeres de todas las razas, niños prodigio y veteranos incombustibles, ricos y pobres, palestinos e israelíes, iraquíes y estadounidenses. Todo eso se verá durante 14 rondas, por las tardes, en los salones del Casino de Calviá, donde también se celebrará el Congreso de la Federación Internacional (FIDE), que agrupa a 160 países, y otro sobre el ajedrez como instrumento pedagógico.

La selección española se apoyará en Shírov y Vallejo, algo irregulares, y en Illescas
Contraste de edades: el ucraniano Kariakin sólo tiene 14 años; el suizo Korchnói, 73
Más información
Religiones en jaque

Como siempre, los hombres y las mujeres estarán juntos en los hoteles y las discotecas, pero no en la sala de juego porque las enormes diferencias de categoría obligan a que haya una competición masculina, denominada absoluta, y otra femenina. Una de las poquísimas mujeres que suelen formar parte de las selecciones absolutas, la húngara Judit Polgar, estará ausente en esta ocasión porque acaba de ser madre.

Gracias a los ordenadores portátiles, con bases de datos que contienen dos millones de partidas y programas que calculan cientos de miles de jugadas por segundo, los niños ajedrecistas aprenden ahora en un mes lo que antes costaba dos años. Ello explica que entre los aspirantes masculinos al oro haya equipos jovencísimos, como Ucrania y Azerbaiyán. Por ejemplo, el ucraniano Serguéi Kariakin, de 14 años, es un rival de armas tomar para cualquiera. Pero también lo es el suizo Víktor Korchnói, de 73, quien adorna su vida de película con una asombrosa longevidad deportiva. Los españoles también presentan un equipo masculino temible, pero con matices: Alexéi Shírov y Paco Vallejo suelen ser irregulares y Miguel Illescas se perderá probablemente las primeras rondas porque trabaja en el Mundial de Brissago (Suiza) como analista del campeón vigente, el ruso Vladímir Krámnik; será imprescindible que los otros tres -Roberto Cifuentes, Julen Arizmendi y Alfonso Romero- rindan muy bien.

La competición masculina se disputa a cuatro tableros, con dos suplentes, y la femenina, a tres, con una reserva. Se juega a 14 rondas por el sistema suizo, que enfrenta cada día a equipos de similar puntuación, de modo que, cuanto más alto sea el puesto en la clasificación, más duro será el rival. Habrá control antidopaje, rodeado de polémica porque muchos ajedrecistas se niegan a su implantación, obligatoria desde que el Comité Olímpico Internacional reconoció el ajedrez como deporte.

La Olimpiada fue concedida en principio a Menorca, pero surgieron graves problemas financieros y políticos. La sede parecía perdida para España, sobre todo por las fuertes presiones de una candidatura estadounidense, pero el trabajo conjunto de la federación española, las instituciones baleares y varios hoteleros mallorquines tuvieron éxito.

El presupuesto bruto rebasa los tres millones de euros, pero es probable que el desembolso real no supere la mitad gracias a las donaciones en infraestructuras. Además de potenciar el turismo cultural en temporada baja -el 5% de los turistas que vienen a España pasan por Calviá-, el ajedrez está ya introducido en los colegios locales y en centros de jubilados. También hay un proyecto para organizar torneos con el objetivo de fomentar la convivencia armónica de turistas y nativos y ofrecer atractivos adicionales al ya obsoleto formato de sol y playa. Paralelamente a la Olimpiada, se celebrará un festival de ajedrez, compuesto por varios torneos internacionales, que tendrá así un trampolín ideal para repetirse cada otoño, cuando muchos hoteles cierran por falta de clientes. Calviá será la ciudad del ajedrez desde el jueves, pero los promotores de la Olimpiada pretenden que lo siga siendo durante muchos años.

Dos ajedrecistas se saludan antes de su partida en un campeonato.
Dos ajedrecistas se saludan antes de su partida en un campeonato.RICARDO GUTIÉRREZ

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_