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Tribuna:AUTOMOVILISMO | Gran Premio de Japón de Fórmula 1
Tribuna
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El día de Ralf

No ganó la carrera, pero fue su día. Ralf Schumacher necesitaba un buen resultado para demostrar que el accidente que sufrió en el Gran Premio de Estados Unidos ha pasado a ser historia. No es nada fácil remontar el shock físico y, sobre todo, psicológico que supone un impacto de las características del que sufrió el hermano de Michael el pasado junio. La recuperación le costó cuatro meses, pero Ralf enterró ayer todos los fantasmas y consiguió su mejor resultado de esta temporada, un segundo puesto en Japón.

Sólo le superó su hermano Michael, impecable de nuevo, que controló la carrera de principio a fin sin que nadie consiguiera inquietarle. El podio de Ralf, de 29 años, no sólo iguala el mejor resultado del año de su compañero de equipo, el colombiano Juan Pablo Montoya, sino que levanta el ánimo a un equipo marcado esta temporada por el síndrome del fracaso de un proyecto que les apartó de los puestos punteros del Mundial de fórmula 1. Ralf volvió a elevar el listón, recuperó el podio para BMW Williams, del que habían estado ausentes en las últimas doce carreras, y demostró de nuevo que sigue siendo capaz de ganar carreras. Una noticia que los dueños de Toyota, el equipo en el que competirá la próxima campaña, esperaban como agua de mayo.

Ralf es un piloto con altos y bajos. Si las cosas le funcionan, puede ir muy rápido, tal y como ayer demostró. Pero, cuando se le tuercen, puede hundirse en el más profundo desespero y tener reacciones impropias de un gran piloto. Cuántas veces se le ha visto este año realizando maniobras arriesgadas que le han supuesto abandonos o choques fortuitos, en muchas ocasiones sin ningún sentido. Su último espectáculo lo montó en el Gran Premio de China, hace sólo dos semanas, cuando a mitad de carrera sufrió un pinchazo tras un toque con Coulthard y decidió abandonar porque los mecánicos atendieron primero a Montoya y él perdió dos vueltas.

Fue un acto que jamás se habría producido con su hermano Michael. Y causó mucho malestar en el seno del equipo. Tanto Frank Williams como Patrick Head, los dos hombres fuertes de la escudería, lamentaron la actitud de Ralf. Pero ambos coincidieron en que la carrera que había realizado en China hasta aquel momento -iba quinto- le avalaba para seguir defendiendo un volante en su equipo.

Ralf no es un guerrillero siempre dispuesto para la batalla incluso en las peores condiciones. En este sentido, no es comparable con Michael, con Fernando Alonso o Kimi Raikkonen. No es tampoco un hombre de equipo. Va a la suya. El ambiente interno en BMW Williams es muy frío. Y eso también se paga. Sin embargo, ayer realizó una gran carrera y se mantuvo en la segunda posición desde el principio, comprobando, eso sí, que su hermano Michael era inalcanzable. Esta vez, Ralf resistió las embestidas de los BAR y mantuvo por detrás a un Fernando Alonso que concluyó en un meritorio quinto puesto.

Joan Villadelprat fue director de las escuderías Benetton y Prost y jefe de mecánicos de Ferrari.

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