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MOTOCICLISMO | Gran Premio de Malaisia
Columna
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Andrea 'Il Campione'

Más nervioso que el alumno al que debía examinar, el examinador casi pierde los papeles. "Un apasionado de las motos me reconoció y estuvimos hablando del Mundial durante toda la prueba". Tres semanas atrás, todavía no tenía permiso de conducir automóviles y, en cambio, era capaz de pilotar una moto mucho más rápida que la mayoría de los coches que circulan por la carretera. De nuevo sobre su Honda RSW con motor de dos tiempos, tras devolver el Fiat Punto de autoescuela, Andrea Dovizioso se proclamó ayer campeón del mundo de 125cc a falta de dos carreras para terminar la temporada. Cuando regrese a casa, ya podrá conducir legalmente su primer coche propio, el Audi Tdi que ha recibido como obsequio de Giovani Torri, dueño del equipo Scot-Kopron, en el que compite el italiano. Nacido el 23 de marzo de 1986 en Forli, es el campeón del mundo de 125cc más joven de la historia por detrás de Loris Capirossi, Daniel Pedrosa y Valentino Rossi.

Como tantos otros pilotos de su generación, Dovizioso empezó corriendo en pruebas de minibikes siendo un crío. Sólo tenía siete años cuando se puso el casco por primera vez. Un mocoso, sí, pero con madera de vencedor: en 1997 ya era campeón de Italia en la clase júnior B, título que repitió al año siguiente, adjudicándose en 2000 el subcampeonato en la júnior A. Su victoria en la Aprilia Challenge, aquella temporada, le permitió debutar como wild card (piloto invitado) en el gran premio de su país. En 2002 dejó la Aprilia para subirse a una Honda, enrolado en el equipo Scot. El mejor resultado de su primera temporada en el Mundial fue un noveno puesto y terminó el campeonato en la 16ª posición, con 42 puntos.

Sin embargo, Dovizioso empezaba a adquirir mayor soltura sobre la moto y a ganar confianza en sí mismo: en la primera prueba de 2003 logró una quinta plaza y en la siguiente subió al cajón por primera vez. Debió de gustarle lo que se veía desde ahí o verle a él allí les gustó a algunos: los tres nuevos podios que consiguió a lo largo del año le permitieron tener acceso a una Honda oficial para 2004, precisamente la que dejaba Pedrosa al pasar a la clase de 250cc tras haberse proclamado campeón del mundo. Rodando muchas veces a rebufo de sus rivales más agresivos (Barberà, Lorenzo, Stoner...) para conservar mecánica y neumáticos y batirles en las vueltas finales, el italiano ha obtenido cinco victorias -Suráfrica, Francia, Gran Bretaña, Japón y Malaisia- gracias a una inteligente combinación de habilidad y estrategia. Su regularidad le ha permitido liderar la clasificación todo el año, algo que no sucedía desde casi un decenio atrás, cuando Haruchika Aoki ganó el título de 125cc en 1995. Ningún piloto había visitado tanto el podio como él lo ha hecho en esta temporada: cinco triunfos, cuatro segundos puestos y un tercero. Además, ha conseguido siete veces la pole position y dos la vuelta rápida en carrera. Puede decirse que el título mundial de 125cc, el primero en adjudicarse este año y uno de los más peleados, tiene un justo vencedor: Andrea Dovizioso, campione del mondo.

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