Bru de Sala y Coca ganan los premios literarios Ausiàs March y Joanot Martorell en Gandia

La novela Cara d'àngel, de Jordi Coca, y el poemario Oratori, que supone el regreso de Xavier Bru de Sala al género poético, obtuvieron ayer los premios literarios Joanot Martorell de narrativa y Ausiàs March de poesía, que con carácter anual concede el Ayuntamiento de Gandia. Coca narra la obsesión por una mujer, que es la obsesión por la perfección y la belleza, de un hombre de 60 años que queda "en vía muerta" tras el fallecimiento de su madre y la pérdida de su trabajo. Bru de Sala, por su parte, inaugura con un libro intimista y complejo "un segundo ciclo" en su faceta literaria.

Un total de once obras optaban este año al Joanot Martorell de narrativa, dotado con 20.000 euros. Al Ausiàs March de poesía, uno de los premios con más solera de la literatura en lengua catalana, aspiraban 26 originales. Este galardón está dotado con 6.000 euros. El jurado dio su veredicto el pasado mes de junio, pero el secreto del nombre de los premiados se mantuvo hasta ayer. Las obras han sido ya publicadas por Edicions 62.

El autor catalán Xavier Bru de Sala (Barcelona, 1952), que ha colaborado como articulista en las páginas de EL PAÍS y de La Vanguardia, retorna a un género literario que abandonó hace 25 años: la poesía. Bru se introdujo en el circuito literario catalán a una temprana edad. Con 20 años recibió el premio Carles Riba (1972), por la obra La fi del fil, y ha sido galardonado con el Premi Ciutat de Barcelona (1974) y el de los Jocs Florals. En los años setenta y ochenta fue uno de los impulsores de la renovación de la poesía catalana, y miembro de una importante generación de nuevos de poetas que, como Bru, "iniciaron su dispersión a finales de los noventa", relata el propio autor, "sepultados por la hornada de populismo de la literatura catalana" que empezaba a despertar. El poemario Fràgil, reeditado recientemente, había sido hasta ahora su última incursión en el género. En los últimos años es conocido por su faceta de autor teatral, como colaborador de la compañía Dagoll Dagom.

Oratori es para el escritor un "regreso" a la creación poética, después de un largo periodo de silencio. El poemario aborda facetas e inquietudes sobre "la sexualidad amorosa, la mística, las experiencias religiosas, la física y la metafísica". Todo ello con un lenguaje intimista y complejo, con los juegos poéticos que caracterizaron sus dos obras anteriores. "Hasta que no descubro algo nuevo de mí, no escribo un libro", señala el autor, quien no duda al afirmar que Oratori "inaugura un segundo ciclo" en su faceta literaria.

Jordi Coca (Barcelona, 1947) inició su incursión en la literatura el año 1971, con la obra Un d'aquells estius, y desde entonces ha combinado su faceta de escritor con las clases de literatura en el Institut del Teatre de Barcelona. Coca cuenta en su trayectoria literaria con el Premi Nacional de Crítica, el Ciutat de Palma, el Premi Sant Jordi de novela y el Pla de literatura (1992). Cara d'àngel, reconocida con el premio Joanot Martorell, relata la historia de un hombre de 60 años "en vía muerta" después del fallecimiento de su madre y de quedarse sin trabajo. El protagonista llena su tiempo frecuentando sex shops y en una de sus incursiones en estos ámbitos descubre a una joven de la que queda fascinado. "Se inicia entonces un obsesión por tenerla", explica el autor. La historia, contada en primera persona, trata la "búsqueda de la belleza absoluta y la idea de perfección", y plasma "la construcción de una obsesión" que acabará con un asesinato.

Además de los premios literarios, el Ayuntamiento de Gandia rindió ayer homenaje al escritor y crítico Josep M.Castellet, la única figura literaria viva del primer jurado de los premios, en la edición de 1957. Las "juntas falleras" de la ciudad, y la soprano Dorothee Dress recibieron también un "premio de honor" por su labor en "la promoción y memoria de los clásicos".